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Lunes, 01 Octubre 2018 20:26

De qué trata Venom, el esperado estreno de Marvel

Por  Staff Puebla On Line

Si me hubieran dado un euro cada vez que me han preguntado en las dos últimas semanas que quién narices es Venom, ahora mismo no estaría escribiendo esto. Me habría ido de crucero. Es más: Gente que no me conoce de nada, me está parando por la calle para preguntarme, agarrándome de las solapas de mi gabardina de periodista: 'Oiga usted, juntaletras: ¿Podrías explicarme quién narices es Venom? El otro día, sin ir más lejos, me paró un pescadero con un bigote descomunal, en pleno centro de Madrid, en la calle Juan Montalvo, que salió de su local azorado, con una morena que por su olor diría yo que estaba ya pasadilla colgando de sus agallas de un guante como el de Thanos, sólo que gris y sin gemas del Infinito, y me soltó, a bocajarro: 'Ese Venom, entonces, ¿es Spider-Man?'. Luego me arreó un bofetón anguiliforme con la morena, que me dejó un olor a Mediterráneo que todavía no se me ha quitado.

El problema que he tenido con todas esas personas que me han parado y me han preguntado es que les he dado demasiadas explicaciones, y, claro, les he dejado igual que estaban porque todos, absolutamente todos, al final de mi explicación sobre los avatares de Venom, desde su primera aparición embrionaria allá por 1984 en Secret Wars y la más corpórea en 1988 en Amazing Spider-Man 300, pasando por todos los arcos argumentales, que si villano, que si anti-héroe, que si Eddie Brock, que si al juntarse con Cletus Kasady se convierte en Carnage, pero que ese no es Venom, aunque es parte de Venom, que si luego Venom se pega a Marc Gargan (Escorpión), que si luego se vuelve super-super-bueno y va de agente de SHIELD por la vida con el cuerpecillo maltrecho de Flash Thompson... decía que al final todos, absolutamente todos, me han preguntado: Pero, entonces, ¿es Spider-Man o no? Porque no nos enteramos. Así que me lo voy a tomar con calma y voy a destilar su origen para los neófitos. Creo que sus orígenes se pueden resumir en: ¿Es Venom Spider-Man? ¿Es bueno o malo? ¿Cuál es el Venom que sale en la peli de Tom Hardy?Porque si no se estrenara en los cines este viernes 5 de octubre Venom, no estaríamos escribiendo todo esto. Y, claro, nadie me habría parado por la calle.

¿Es Venom Spider-Man?

No. No es Spider-Man. Es un alienígena. Más concretamente un simbionte del planeta Klyntar, en la siempre atribulada Galaxia de Andrómeda. ¿Que qué es un simbionte? Pues es un parásito alienígena inspirado en el liquen, solo que con muy mala leche, que busca la simbiosis con otro organismo y le controla por completo. Es una buena definición, sí, señor. Clarita, concisa.

La historia rápida es ésta. Estaba Spider-Man librando las Secret Wars allá por 1984, luchando con todos los superhéroes Marvel habidos y por haber contra el Todopoderoso (no en el que estás pensando, sino un tal Beyonder, que sí, que es nombre de grupo de metal glam, pero que era un conquistador malo malísimo), y dice: Vaya, necesito un nuevo traje, que se me ha quedado hecho unos zorros con tanto mamporro intergaláctico superheróico. Y luego va y se pregunta: ¿Y por qué no utilizo tecnología avanzada alienígena para hacerme ese nuevo traje? Y, pumba, traje que te crió. A los fans no les hacía mucha gracia, que haters ha habido siempre. Y llegaron a escribir a Marvel para protestar. Afortunadamente no les hicieron caso. ¡Qué tiempos aquellos!

¿Quién nos iba a decir que esa pelotita negra que se supone que se convertiría en el nuevo traje de Spider-Man iba a convertirse en realidad en uno de los villanos más alucinantes de todo el Universo Marvel? Villano que luego se reconvertiría, eso sí, en un anti-héroe difícil de clasificar. Que la pelotita era un alienígena, no hacía falta ser un genio. Aunque tuvieras 9 años cuando apareció por primera vez en Secret Wars, algo te olías. Lo que no sabías era la dimensión que iba adoptar el personaje. Hasta que, claro, va un buen día el bueno de este alienígena y llama a la puerta de Mary Jane y le pone una sonrisa que deja a la altura del betún la mueca del Joker. Y luego va y se apodera de un periodista chunguillo con cuerpo de Connor McGregor que resulta que es el precursor de las Fake News. Pero de nuevo me estoy yendo del tema. Me centro.

Al principio Spider-Man está encantado con el nuevo traje, se le ajusta, obviamente, como un guante. Es un parásito, for God's sake! ¡Claro que se le ajusta bien! El caso es que se da cuenta enseguida de que es un parásito y le pide ayuda a Reed Richards para que se lo quite de encima. Reed 'Fantástico' Richards descubre que le afectan el calor y el ruido estridente y los utiliza para salvar a nuestro simpático vecino. El caso es que el alienígena, que ha estado pegadito a Spider-Man, agarradíiiiiiismos los dos, le ha cogido tirria y cariño a partes iguales y no quiere dejar las cosas como están.

El simbionte llega al planeta Tierra, donde vive Peter Parker, y con toda la rabia contenida que le ha provocado que a Parker no le haya molado eso de la simbiosis. Se lo quiere cargar, simple y llanamente. Y lo primero que hace es meterle miedo a su Señora, una tal Mary Jane, guapísima, como nunca antes lo ha estado en el Amazing Spider-Man 300, la joya de la corona de nuestra colección privada de cómics.

Cuando entra en simbiosis con otro cuerpo, Venom adopta sus poderes, pero también hace suyos sus miedos, deseos y odios. Aunque odio ya lleva de serie.

No te lo habíamos contado para no liarte, pero en las Secret Wars, mientras 'fabricaban' (así, entre comitas) el traje de Spider-Man, se lo probó ni más ni menos que Deadpool, nuestro adorable Masacre, que como te podrás imaginar le imprimió un poquito-bastante de su loco-coco al simbionte. Esto, para que quede constancia, señor juez. Fue poquito tiempo pero intenso. Para el simbionte, claro.

Fuente: esquire.com

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