En apenas 14 meses, el Fortnite se ha convertido en el videojuego más importante de la historia: 125 millones de jugadores adolescentes, la mayoría incapaces de parar si sus padres no se lo prohíben.
Su versión Battle Royale consiste en que cien jugadores desembarquen en una isla multicolor y se maten entre ellos.
El superviviente gana.
¿Simple?
Sí, pero se ha apoderado de las almas de los adolescentes de medio planeta.
Donde veas tres cabezas de teenagers arremolinadas sobre un móvil, hay una probabilidad de tres sobre cinco de que estén jugando al Fortnite o viendo a un experto jugar.
En la foto tienes al considerado por ellos ‘el puto amo’: se hace llamar Ninja, pero es Tyler Blevins, un streamer (un videogamer) de 27 años y el primero en alcanzar en Twitch (el YouTube de los videojuegos) los diez millones de seguidores.