Si te da pereza que se acabe el verano y llegue el frío, cambia el chip. Cierra los ojos e imagínate en tu sillón favorito, absorto en la lectura, con una taza de café humeante al lado y el repiqueteo de las gotas de lluvia por toda banda sonora. ¿A que no está tan mal? Hay algo de empezar de nuevo en otoño y las editoriales afrontan el cambio de estación con un aluvión de novedades, para todos los gustos.
Probablemente la más esperada es El rey recibe, con la que Eduardo Mendoza recuerda los años sesenta y setenta a través de la figura de un periodista que tiene que cubrir la boda de un príncipe en el exilio y acaba siendo su confidente y biógrafo. Con su habitual maestría narrativa y refinamiento estilístico, Mendoza mezcla personajes reales e imaginarios, para realizar un entretenido análisis de los acontecimientos más significativos de la segunda mitad del siglo XX. Es bueno recibir el frío con una sonrisa.
Pero en Seix Barral también hay tiempo para la poesía y la reflexión, en Otras maneras de usar la boca, Rupi Kaur (traducción de Elvira Sastre) habla, de una forma contundente y poderosa, de cómo superar los golpes de la vida: el abuso, el desamor, la pérdida y las ideas preconcebidas sobre la feminidad.
Feliz final de Isaac Rosa, que saldrá a la venta en octubre, es una novela que aborda el tema del amor desde las muchas interferencias que hoy lo dificultan: las condiciones materiales, la insatisfacción vital, el mercado del deseo, el imaginario del amor en la ficción… porque el amor, tal y como nos lo vendieron, quizás sea un lujo que no siempre podemos permitirnos. En Cabezas cortadas, también en octubre, Pablo Gutiérrez se mete en la piel de una mujer atormentada y herida. Una novela sobre una generación perpleja y vapuleada por la crisis, y sobre la ira y el desconcierto que sobrevienen cuando la juventud se agota y los sueños se desvanecen.
En noviembre verá la luz La balada de Max y Amelie de David Safier, el autor de Maldito Karma, una novela en la que los protagonistas son dos perros, que viven un sinfín de aventuras y una curiosa historia de amor.
Para reírte a carcajadas, sin pudor alguno esta vez, es, Los asquerosos de Santiago Lorenzo. Si no te has leído ningún libro de este autor, ya estás tardando: es tan divertido, tan surrealista, tan apabullantemente bueno, que no hay otro remedio que hacerse con su obra. Esta vez, el planteamiento es tan disparatado como en sus otras novelas: el protagonista, Manuel, acuchilla a un policía antidisturbios que le quiere pegar. Huye a una aldea abandonada, donde sobrevive gracias una compra del Lidl que le hace llegar cada mes su tío.
El centésimo título de Blackie Books rinde homenaje a la literatura canina y a Blackie y Lino, los dos perros a quien debemos la existencia de esta editorial. El Gran Libro de los Perros recoge setenta y seis piezas largas y doscientas citas perrunas, cada una de un autor o autora distinto, y de todo tipo de pelaje literario: De Virginia Woolf a Philip K. Dick, pasando por Miguel de Cervantes, Rafael Azcona y hasta Chiquito de la Calzada. Ilustrado por Alexandre Reverdin. Indispensable para los que adoran a sus mascotas, (y para los que no son tan entusiastas del mundo canino). Algo parecido sucede con Ciruela, de Emma Chichester Clark (traducción de Susana Rodríguez), un adorable cómic que Impedimenta sacó en mayo pasado en el que la autora narra e ilustra las aventuras de su perrita.
Esta editorial estrena el otoño con El ala izquierda (traducción de Marian Ochoa de Eribe), la primera parte de la trilogía "Cegador" del galardonado Mircea C?rt?rescu, quien fuera la estrella de la pasada edición de la Feria del Libro de Madrid. Una epopeya fantástica y luminosa sobre la infancia, la muerte, el sueño y el amor, con la entrada del comunismo en Rumanía como telón de fondo.
Por el humor apuesta también Pepitas de calabaza. Merece la pena destacar, Las ventajas de ser antipático, de Simón Elías, un tipo que, desde luego, sabe contar historias. Sus tribulaciones mezclan reflexión con humor, aportan datos, recogen curiosidades. Todo un acierto.
Y también empieza el curso con humor Anagrama, ni más ni menos que con Un polvo en condiciones (cambio de traductor, esta vez no es Federico Corriente, sino Francisco González, Arturo Peral y Laura Salas –vaya reto–), una novela cuyo protagonista es el arrogante y misógino Terry Lawson, a quien ya conocimos en Cola y Porno. Es una obra muy divertida, escatológica, lisérgica, muy bestia y muy Welsh.
Como contrapunto destaca Su cuerpo y otras fiestas, (traducción de Laura Salas Rodríguez), el debut de Carmen Maria Machado, ocho cuentos perturbadores que giran alrededor de lo femenino, el cuerpo y la sexualidad. Otra colección de relatos excepcionales, también en la misma editorial, es Mudar la piel, de Marcos Giralt Torrente. Todos los cuentos giran en torno al mundo de las relaciones familiares, sobre unos vínculos, no elegidos, que se nos imponen desde el nacimiento.
Para los amantes de lo policíaco dos novelas de autores porteños para mantenerte en vilo, Los casos del comisario Croce, de Ricardo Piglia y La luz negra, de María Gainza. Esta última una novela sobre falsificadores y falsarios, en la que se mezclan personalidades reales con personajes de ficción.
Fuente: esquire.com