Que es un gran suceso, no hay dudas. El público ha caído rendido, aunque no son pocos tampoco los que la critican. Eso fue lo que sucedió con "La casa de papel" en su difusión internacional a través de Netflix.
Sin embargo, los 13 capítulos de la primera temporada dejaron con sabor a poco.
No es un producto original de Netflix, sino que ya fue emitida en España por Antena 3, en dos temporadas que se vieron prácticamente de forma consecutiva.
La segunda parte continúa la historia de Tokio, Nairobi, Río, Berlín, Helsinki, Oslo, Denver y Moscú, quienes emprenden esta hazaña delictiva en la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre en Madrid.
Pero por otra parte, en su país de origen no dejan de estar sorprendidos de este suceso.
Y los productores tienen una explicación. Sonia Martínez, directora de Ficción de Antena 3, reveló a diario El País:
"Es una serie que en su ADN lleva el formato de video bajo demanda. Es un atraco en el que se van marcando las horas y tienes la sensación de que necesitas consumir más, es el producto ideal para ver así".
Los personajes también tendrían su atractivo, porque "dentro de que son personas que están delinquiendo, teníamos claro que la gente tenía que tener la sensación de que están con ellos, que son los buenos, y que cumplen un deseo que todos llevamos dentro que es atracar algo tan impersonal como es la Casa de la Moneda", dijo Martínez.
El creador de la serie, Álex Pina, también dio su versión: "Estos señores que atracan la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre tienen un componente casi antisistema que recoge un poco la decepción con los Gobiernos, los bancos centrales..., un hastío en el que estos robin hoods se convierten para muchos en estandarte de esta atmósfera de decepción. En Le Monde hace unos días hacían una reflexión política sobre la serie en este sentido", dijo en ese mismo artículo de El País.
Fuente: Daniel Arias Fuenzalida - Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.