Con el fin de acercar la Iglesia a la población y “formar” en la fe desde niños a los fieles católicos, el cardenal Carlos Aguiar Retes implementó cambios en la preparación para los sacramentos y en la formación de los sacerdotes.
El tiempo de preparación para hacer la primera comunión será de dos años, mientras que para la confirmación será de tres. Los cambios comenzarán a aplicarse a partir del inicio del ciclo escolar 2018-2019.
Mediante el Decreto sobre la edad para recibir por vez primera los sacramentos de la Eucaristía y la Confirmación, el cardenal Carlos Aguiar Retes estableció los tiempos para la preparación que los niños deberán seguir para recibir esos sacramentos, a fin de que los menores de edad sean “formados en la fe”.
También destacó que en la Arquidiócesis de México la edad mínima para recibir por primera vez la sagrada Eucaristía es a los nueve años cumplidos, siempre y cuando se haya recibido la catequesis correspondiente. En cuanto al sacramento de la Confirmación, la edad mínima para recibirla es a los doce años.
“No es exigir algo para recibir el sacramento, sino que recibir el sacramento es consecuencia de que el niño se ha ido formando en su fe. Cuando llega a los nueve años, se le da la Primera Comunión. Y si sigue formándose en la fe, cuando llegue a los 12 años, le administramos el sacramento de la Confirmación”, dijo.
Actualmente en las parroquias de la Ciudad de México la confirmación se recibía antes de la Primera Comunión con un año de catequesis; para el segundo año se les preparaba en la profundización de su fe para comulgar por primera vez.
En cuanto a la formación de los sacerdotes, este 5 de agosto arrancó el nuevo modelo impulsado por el arzobispo primado de México, detalló que con esta nueva modalidad de formación en parroquias se busca que los seminaristas tengan un acompañamiento más cercano por parte de los formadores y de los párrocos.
Mediante este nuevo modelo los seminaristas podrán conocer más de cerca todas las facetas de la vida parroquial, además tendrán un tipo de formación pastoral más cercana a las personas.
Fuente: El Universal