La Secretaría del Trabajo confirmó desde 2014 la existencia de los servicios de buró laboral en México y justificó su existencia como una “herramienta” para que los empleadores discriminen a los candidatos a partir de su historial laboral. Un buró laboral es una base de datos con información de los trabajadores que han demandado a sus ex patrones y, como lo dijo la propia Secretaría del Trabajo, ofrecen información sobre “antecedentes laborales” para “evitar futuras demandas laborales”. Estas listas negras de trabajadores cuentan con información pública de los juicios tramitados en las juntas de conciliación y arbitraje y en los tribunales laborales y, de acuerdo con la Secretaría del Trabajo, pueden incluir información “psicométrica, entrevistas y estudios socioeconómicos” de los trabajadores.
Un buró laboral representa un tratamiento de datos personales y, como tal, está obligado a recabar el consentimiento de los titulares de los datos que figuran en esas listas. Las consecuencias del buró laboral no sólo son un obstáculo que impide a los trabajadores boletinados reinsertarse en el mercado laboral.
En la respuesta a la solicitud de información 0001400052114, la Secretaría del Trabajo —en voz de Daniel Flores Sánchez, de la Dirección General de Asuntos Jurídicos de la Secretaría— describió el espíritu del buró laboral y justificó su existencia como un servicio necesario para el proceso de reclutamiento de trabajadores.
“Sí, sí existe un 'Buró Laboral' para que las empresas puedan conocer cuál es la ‘calidad’ de las personas a las que pretenden emplear. (...) En México hay algunas compañías o despachos privados que cuentan con su propia base de datos laborales que buscan difundir los datos, positivos y negativos, del historial laboral de un empleado para las firmas que lo soliciten”.
Fuente: El Economista