Por lo general, solicitar un préstamo para pagar otro es una de las prácticas financieras más nocivas, pero que los mexicanos practican con cierta frecuencia. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2015, 11.7% de las personas que habían sacado un crédito tenía el propósito de usarlo para pagar un adeudo.
Sin embargo, endeudarse aquí para pagar allá no siempre es nocivo, siempre y cuando la persona conozca y, sobre todo, sepa evaluar cada opción de financiamiento que tiene a su alcance, lo cual puede permitirle alcanzar un esquema de pagos a su medida e incluso una deuda más barata.
Para ello, es recomendable saber distinguir entre una deuda cara y una barata, y para diferenciarlas hay varios rubros que debe evaluar.
El primer rubro en el que muchas personas se fijan es en los intereses. Este es el costo que la entidad financiera cobra por otorgar un financiamiento, pero ojo: no es el único cobro que realiza.
“El costo de un crédito no corresponde únicamente a la tasa que nos dan a conocer, esa es para el cálculo simplemente de los intereses que se pagan por el crédito, pero su costo real se compone tanto por la tasa de interés como todos los accesorios que tiene ese crédito”, explicó Leopoldo Figueroa, catedrático de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC).
Dependiendo del tipo de préstamo (mediante una tarjeta de crédito, un financiamiento personal o de nómina, por mencionar algunos), el banco podría intentar colocar algún tipo de seguro asociado al crédito, para que en caso de desempleo, por ejemplo, usted pueda mantenerse al día con sus pagos, claro, con un costo adicional.
Asimismo, también podría haber comisiones por la apertura del crédito, que son un porcentaje sobre el monto prestado.
Como podrá ver, son varios los costos que pueden ir asociados a un crédito, pero para que no se confunda con todos ellos, puede fijarse en un solo indicador: el Costo Anual Total (CAT).
El CAT es una medida estandarizada del costo de un financiamiento, que incorpora todos los costos y gastos inherentes al crédito que son exigidos al acreditado y que se expresa en un porcentaje en términos anuales, de acuerdo con el Banco de México.
Este porcentaje permite al usuario comparar entre un préstamo y otro para saber cuál es más barato, ya que muestra el costo real del crédito y, por ley, todas las entidades financieras autorizadas para otorgar créditos en el país deben mostrar el CAT de los préstamos que ofrecen.
Sin embargo, el CAT que se muestra es para efectos informativos, y podría variar entre una persona y otra dependiendo de qué tanto riesgo represente para el banco prestarle a esa persona; si el historial crediticio del usuario indica que no ha sido cumplido con sus pagos, el CAT puede ser más alto que para quienes han saldado sus deudas en tiempo y forma.
Dicho esto, la regla es más clara: se vale pedir un préstamo para pagar otro cuando el CAT del segundo crédito es más barato que el primero.
PRÉSTAMOS A LA MEDIDA
Aunque buscar préstamos baratos debería ser siempre la regla, también hay una segunda recomendación para no volver caer en un sobreendeudamiento insostenible: buscar créditos a la medida.
“Si el crédito que ya tiene le supone un pago mensual de 10,000 pesos y un CAT de 15%, lo primero que debemos ver —además del CAT— es cuánto pagará mensualmente”, dijo el catedrático de la EBC, dado que sacar un crédito a mensualidades que no pueda pagar sólo le llevaría nuevamente a una situación de sobreendeudamiento.
Además de los pagos mensuales, Leopoldo Figueroa recomendó que pregunte sobre los costos adicionales del nuevo crédito, como pueden ser la comisión por apertura, así como los seguros asociados que no pueden ir atados al crédito debido a que es una irregularidad a ojos de la autoridad.
FONDEO COLECTIVO
Si considera pedir un crédito para saldar otro, uno de los canales que está adquiriendo mayor atractivo para este fin es el del financiamiento colectivo o crowdfunding.
De acuerdo con un informe de abril de este año de la plataforma Prestadero, la tasa de los préstamos en esta plataforma va desde 8.9 hasta 28.9% anual, dependiendo del riesgo del acreditado, más las comisiones por apertura de crédito.
Cabe recordar que en el esquema de crowdfunding, varias personas financian proyectos y a cambio obtienen un rendimiento. Para el caso de las deudas, son varios inversionistas quienes se unen para prestarle al deudor una cantidad para que salde su crédito.
Según datos de Prestadero, el monto promedio solicitado para la liquidación de deudas fue de 88,102 pesos, y del total de créditos que se han solicitado mediante la plataforma desde el 2012 hasta marzo de este año, 56.4% tiene como objetivo saldar préstamos.
Si está interesado en este canal de financiamiento, recuerde consultar el portal de la Asociación de Plataformas de Fondeo Colectivo para revisar qué plataformas cuentan con un estándar de regulación apropiado.
Fuente: ELECONOMISTA