Puede ocurrir cuando vas a entrar a una junta importante, o cometiste un error que pone en peligro su permanencia en el trabajo. Los ataques de pánico ocurren cuando menos lo esperas.
Los problemas intelectuales podrían descarrilar tus días. Pero cuando tienes un trabajo que hacer, algunas veces vas a tener que sobreponerte. Así que, ¿qué hacer para superar esos ataques y regresar a hacer las cosas que tienes que hacer?
Hablamos con algunos expertos para que nos dieran sus consejos de cómo manejar un ataque de pánico cuando estás en la oficina. Aquí los tienes:
1. Concéntrate en tu respiración
Entrar en contacto con tu respiración puede ayudar a calmar todo tu cuerpo, dice Danielle Forshee, una trabajadora social clínica certificada y miembro del consejo editorial de la Asociación de Psicoterapia de EU.
Si puedes hacer eso en tu lugar, Forshee sugiere que apliques la técnica conocida como respiración diafragmática: te sientas cómodamente en tu silla con la cabeza y los hombros en relajación; coloca tus manos en el estómago y el pecho y aspira con profundidad por la nariz y exhala por la boca. Trata de sentir los músculos estomacales apretarse a la vez que liberas el aire.
"Esta estrategia le va a bajar psicológicamente dos rayitas a la tensión de tu cuerpo, por lo que bien podrían quitar intensidad al ataque de pánico muy rápido", dice Forshee.
2. Concéntrate en tus deberes
El trabajo podría evitar que tu mente divague, dice Ricks Warren, profesor adjunto de psiquiatría en la Universidad de Michigan.
"Hay que sugerir a la gente que recuerden que esas sensaciones son pasajeras y que se concentren en lo que tienen que hacer, el trabajo enfrente de ellos, y ver si pueden salir", añadió.
3. Ocupa un lugar en privado
Es comprensible si no puedes calmarte. En este caso, dirígete al sanitario o a cualquier otro espacio que ofrezca privacidad en el edificio. Warren recomienda que salpiques tu cara con agua fría y te tomes unos minutos para enfocarte en tu respiración para ver si eso puede ayudar.
También puedes repetir algunas frases como "Estoy bien", o fijarte en los objetos a tu alrededor para fijar tu mente en algo, dice Forshee.
4. Toma un paseo
Algunas veces un descanso momentáneo para tu mente puede ser de utilidad a fin de bajar la intensidad de tus pensamientos, dice Dan Reidenberg, director ejecutivo del grupo contra el suicidio Suicide Awareness Voices of Education, y presidente del consejo de asesores de la Asociación de Psicoterapia de EU.
5. Busca a alguien de confianza
Esta persona podría ser un colega o un jefe con quien te sientas cómodo al contarles qué está pasando. De otra forma, envía un mensaje o llama a un ser querido.
"Busca apoyo y comprensión de lo que está pasando", dice Reidenberg. "Deja que te apoyen y permite que te lleguen sus palabras. Las fuentes externas pueden ayudarte a buscar un contexto para aliviar lo que estás sintiendo".
Y si necesitas una ayuda más rápida en lo que esperas una respuesta, prueba a utilizar tu teléfono.
"Si abres tu teléfono y buscas fotografías te vas a acordar de esos buenos momentos, lo cuales te ayudarán a tener pensamientos positivos a los que te puedes aferrar", dijo Forshee.
6. Si puedes, quédate en el trabajo el resto del día
Claro que es totalmente correcto si te tomas un día para descansar tu mente si así lo necesitas; algunas veces, los ataques de pánico te dejan tan débil que es imposible hacer nada más. Sin embargo, Warren dice que no hay que recurrir a esta opción de manera recurrente o cada vez que un ataque de pánico estalla. Eso podría fijar un patrón psicológico que llevaría a tu mente a empatar la seguridad con estar fuera de la oficina.
7. Procura tener recursos mentales en tu oficina
Si esta no es la primera vez que sufres un ataque de pánico en la oficina, averigua si en el trabajo hay un programa de ayuda a empleados o pregunta en Recursos Humanos si hay ayuda disponible en temas de salud mental.
En general, las compañías te ayudan con estos casos. Sin embargo, no todo mundo se siente con la fortaleza de exponer sus temas de salud mental en la oficina. Tanto Warren como Reidenberg afirman que es esencial que los patrones sean más comprensivos en lo referente a los desórdenes mentales.
"Mientras haya una mayor cultura de aceptación a la salud mental, más gente se podrá desempeñar mejor gracias al apoyo que reciban", dice Warren. "Es del interés de la empresa apoyar a sus trabajadores. Será un beneficio para ambas partes a la larga".
8. Más que nada, recuerda que no es tu culpa
Es fundamental que seas comprensivo contigo mismo, afirma Warren. Un problema de índole mental no proviene de una falla en tu personalidad.
"Es importante que la gente no se desplome por esto", dijo Warren. "No deberían castigarse a sí mismos llamándose fracasados o perdedores. Deberían de trabajar en aceptarse a sí mismos con sus ataques de pánico o cualquier otro problema emocional".
Fuente: HUFFPOST MÉXICO