De acuerdo con el más reciente censo económico del INEGI, las Pymes representan el 99.8% del total de los establecimientos del país.
La última Encuesta Nacional sobre Productividad y Competitividad de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (ENAPROCE), reveló que:
El 21.4% de las MiPYMES no lleva ningún tipo de registro de sus finanzas.
El 25.5% realiza su contabilidad a mano en una libreta.
Sólo el 50% aprovecha las herramientas de la SHCP, o bien, solicita el servicio de un contador.
Es común que los emprendedores se conviertan en los protagonistas de todas las áreas de su empresa, sin embargo, conforme el negocio crece, esto puede resultar contraproducente, señala Dinero en Imagen.
Según datos de la CONDUSEF, 43% de las empresas fracasa por problemas administrativos, ya que sólo 2 de cada 10 empresarios están suficientemente capacitados para dirigir su propio negocio.
Es un grave error dejar cabos sueltos en la búsqueda de mejores prácticas que permitan asegurar el éxito de su empresa. Llevar una buena contabilidad es parte fundamental de ello”, comentó Marco García, representante de Enconta, solución de contabilidad integral especializada en MiPyMES.
1. “Es algo que puedo hacer por mi cuenta”
Sin duda tener conocimientos contables es importante para asegurar un crecimiento financiero. No obstante, si planeas comprometerte con la contabilidad, es mejor que cuestiones qué tanta familiaridad tienes con su aplicación. Si buscas aprender a prueba y error, quizá esta área de tu negocio no sea la más adecuada para hacerlo.
2. “La contabilidad es sólo escribir lo que gano y lo que gasto”
A pesar de que el registro estricto de ingresos y egresos es una parte fundamental en el control financiero, no es la única responsabilidad. Mantener la información de manera precisa y objetiva, realizar informes, cumplir con tus obligaciones ante el SAT, emitir facturas correctamente, entre muchas otras, son funciones habituales en la labor de un contador.
Además, ya existen nuevas plataformas digitales que podrás aprovechar para agilizar y simplificar tus procesos, jubilando de una vez a la libreta contable.
3. “Mi familiar o amigo puede hacerlo”
Si tu conocido es un excelente contador y no tienes problemas con revelar información sensible a una persona con quien mantienes una relación emocional, entonces podrías considerarlo. Sin embargo, aunque exista un buen vínculo y comunicación entre ustedes, debe prevalecer la disposición para hacer el trabajo.
Averigua si la persona tiene suficiente tiempo y habilidades, así como capacidad de acción cuando se presente alguna crisis. Por último, prevé que si están trabajando como un favor no tienen ninguna obligación laboral contigo, y en caso de cualquier apuro pueden quedarte mal a ti, pero tú no puedes quedarle mal al SAT.
4. “La contabilidad sólo es necesaria en época de impuestos”
Aunque cumplir con las obligaciones fiscales es una prioridad, no es el único objetivo de tus reportes. Mantener actualizada tu información te permitirá tomar decisiones más adecuadas según el estado financiero de la empresa y detectar posibles fugas de capital.
Invertir, buscar inversionistas, obtener nuevos activos o incluso cesar las actividades por completo son decisiones que requieren un profundo conocimiento de tus números.
5. “La contabilidad es un gasto que no me ofrece beneficios”
Probablemente, al inicio, invertir en contabilidad no figure entre tus planes. Sin embargo, cuanto antes te involucres con tus finanzas, mejores resultados tendrás. ¿Sabías que la mayoría de las PyMES no lleva registros contable?
No contar con un historial ni control de ingresos y gastos puede limitar tus opciones a la hora de solicitar un crédito que pueda ser vital para que tu negocio crezca.
Fuente: http://www.dineroenimagen.com/