AutoCosmos informa que la vida de Morgan puede dividirse entre un antes y un después de 2001, año en que la tradicional marca británica lanzó el Aero 8, su primer modelo realmente nuevo desde 1948.
No sólo mostraba un diseño más moderno, sino que fue el primer auto que utilizó una plataforma de aluminio en lugar del tradicional chasis de acero con carrocería de madera. El Aero 8 estuvo vigente hasta la llegada del AeroMax en 2010, y luego, ante los pedidos del público, revivió en 2015 con algunas modificaciones.
Desde entonces se venía especulando con que, en algún momento, Morgan podría lanzar una variante extrema más vinculada a la pista, y la marca responde ahora con el Aero GT.
Este nuevo modelo fue anunciado a finales de 2017 y confirmado en el Salón de Ginebra de marzo pasado, y el primero de las ocho unidades que fabricará Morgan acaba de salir de la línea de producción en Pickersleigh Road (Inglaterra).
Tal como se dijo en su momento, el Aero GT es algo así como la edición final o de despedida del Aero 8, quizás si el auto más importante en la nueva era de la marca. Fue desarrollado utilizando como base la variante GT3 de la división deportiva de Morgan, pero haciendo su uso legal en las carreteras.
Los mayores cambios están en el diseño, por el inmenso trabajo realizado para conseguir la máxima eficiencia aerodinámica. De hecho, cada una de las ocho unidades tendrá elementos exclusivos, inspiradas en el mundo de la competición, y serán definidas por los clientes.
La primera unidad del Morgan Aero GT está pintado en azul Miami, y en su interior se mantiene la construcción artesanal, con costuras de color contrastante e inserciones en madera. La denominación GT se refleja en las insignias echas a mano por un joyero.
La base mecánica es la misma para todos: un chasis de aluminio, techo de fibra de carbono y motor V8 4.8 litros atmosférico de origen BMW, con 372 caballos de fuerza y caja manual de seis velocidades.
Morgan indica que el 0 a 100 km/h se hace en 4.5 segundos y la velocidad máxima es de 274 km/h.
