AutoCosmos informa que SVR es la sigla que identifica a los modelos más deportivos y exclusivos de Jaguar, algo así como AMG de Mercedes-Benz y M de BMW. Pues esta sigla se le acaba de añadir el F-Pace, el SUV mediano de la marca británica, un modelo que hace su aparición en el Salón de Nueva York.

El Jaguar F-Pace SVR se posiciona como la punta del iceberg en la gama del SUV británico, que hasta ahora se debía conformar con un V6 3.0 supercargado con 380 Hp como tope de gama. El nuevo modelo se pondrá a la venta en Europa a partir de mayo, aunque aun no tenemos información acerca de su llegada a nuestro país.

La principal modificación está en el motor, ya que ahora cuenta con el V8 5.0 sobrealimentado que ya conocemos en otros modelos de la marca, y que eroga 550 caballos de fuerza y 500 Lb-pie de par.

Asociado a la transmisión automática de ocho velocidades desarrollada por ZF y al sistema de tracción total, el F-Pace SVR puede acelerar de 0 a 100 km/h en 4,3 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 283 km/h.

Si lo ponemos en competencia, es levemente más lento que un Cayenne Turbo (0,2s) y que un BMW X5 M (0,1s), e iguala las prestaciones un Mercedes-Benz GLE 63 AMG.

La división de vehículos especiales de Jaguar Land Rover (SVO) ha trabajado en varios aspectos, partiendo por estéticos y aerodinámicos.

Es así como el nuevo F-Pace SVR suma nuevas fascias delanteras y traseras con entradas de aire más grandes, un cofre más anguloso con salidas para el aire caliente, salpicaderas más anchas, un nuevo alerón posterior y elementos aerodinámicos como splitter y difusores.

Por dentro se ofrece en cuatro tonalidades, todos con asientos deportivos tapizados en cuero con patrón de rombos bordados. El volante SVR incluye paletas de aluminio, y se reemplaza el mando rotatorio de la transmisión por una palanca. El paquete lo completa el sistema TouchPro con pantalla de 10,25” y un display digital de 12,3”.

El chasis fue revisado y se añadieron nuevos amortiguadores, resortes que son un 30% más rígidos adelante y un 10% atrás, barras estabilizadoras más gruesas y un diferencial electrónico activo (que reparte el par entre las ruedas) en el eje posterior.

La llantas también mutaron hacia unas más ligeras de 21”, con neumáticos de diferente medida para cada eje. En la zaga se incluyeron cuatro salidas de escape con una válvula activa, que cambia la nota de sonido, mientras que los frenos cuentan ahora con discos de 395 mm adelante y cálipers de cuatro pistones, y con una pinza monopistón en la parte trasera.