AutoCosmos informa que pocas marcas tienen la capacidad de crear una relación con la deportividad como BMW, vamos, en muchos casos la firma bávara es sinónimo de manejo deportivo. Esto en gran medida se debe a los modelos firmados por BMW Motorsport, que comúnmente llevan la letra M antes del número que define al vehículo en cuestión, es así como los M3 o M5 se ubican como las variantes más deportivas y extremas de la Serie 3 y Serie 5 respectivamente.
Pero eso ya lo sabes, también estás consciente de que un M3 es mucho más que un Serie 3 con mayor potencia, los vehículos M son desarrollados completamente aparte y cuentan con tantas modificaciones en: suspensión, frenos, motor, transmisión, paneles de la carrocería que en muchos casos están fabricados en materiales ligeros y una electrónica específicamente diseñada que bien se les puede considerar como un auto completamente diferente.
Pues bien, BMW organiza en todo el mundo un evento denominado BMW M Power Tour, donde los afortunados clientes de esas sofisticadas máquinas tienen la oportunidad de conocer cuáles son las verdaderas capacidades de sus vehículos. Y aprovechando la visita de tan atractivo evento en las instalaciones del Autódromo Hermanos Rodríguez de la Ciudad de México, en donde se corren eventos del deporte motor de la talla de la F1 o la WEC, el fabricante tuvo a bien invitarnos a manejar toda la gama de los BMW M de la actualidad.
La primera sorpresa fue que aprovechando el evento, BMW presentó en México nada menos que el brutal M4 DTM Champion Edition, una bestia diseñada especialmente para uso en pista, limitada a 200 unidades de las cuales solamente tres están destinadas para México y cuyo precio es la friolera de 3.55 millones de pesos.
Por si fuera poco, en el evento estuvo como invitado el Piloto Profesional de BMW en la DTM (Campeonato Alemán de Turismos) Augusto Farfus, quien además de compartirnos sus anécdotas y experiencias, nos dio uno que otro tip de conducción.
La prueba se dividió en tres partes; la primera un Slalom, seguida de un ejercicio para aprender a Driftear, para terminar con vueltas al trazado completo del Autódromo.
El Slalom
Son ya incontables las veces que he tenido oportunidad de hacer este ejercicio y sin embargo siempre me queda la sensación de que puedo mejorar, cuando no entré pasado, me faltó confianza para ir más rápido o simplemente pude enlazar mejor las curvas.
Como sea, el primer intento a bordo de un Serie 2 M240iA con su seis en línea de 340 hp y transmisión automática de 8 velocidades presenta un gran balance entre civilidad y deportividad, el siguiente intento en el brutal y mi BMW favorito de la actualidad el M2 con sus 370 hp que además estaba equipaba Performance Parts hasta los dientes, siendo el obscenamente costoso escape Acrapovic el accesorio más destacado.
Posteriormente, un M3 de nada menos que 431 hp (tan soberbio que me hace dudar si elegiría éste o el M2), para continuar con una X4 M40 de la cual no soy precisamente muy adepto pero cuyo desempeño en las trabadas curvas del slalom me sorprendió.
El ejercicio finalizó con una vuelta en las X5 M y X6 M, que pese a sus titánicas proporciones y masa se mueven con una agilidad asombrosa gracias a la tracción integral y el V8 biturbo de 575 hp.
Nos midieron uno de los tiempos en el slalom y al final del evento habrían de premiar a los tres más rápidos.
El drifting
He de confesar que es apenas la segunda vez en estos casi 14 años que tengo de trabajar en esto que me toca hacer participar en un evento que incluya un ejercicio de drift, la razón es muy simple, las llantas se acaban más rápido que el tanque de gasolina y eso ya es decir.
La parte del Autódromo elegida para esta prueba fue el Foro Sol, el objetivo era entrar cruzado a la primera curva (una izquierda) para luego enlazar la siguiente curva sin dejar de driftear (a la derecha) para colocarse en posición de abandonar el Foro y entrar a la peraltada o lo que queda de ella. Para facilitar la ejecución y dañar menos las llantas el piso estaba mojado y evidentemente había que apagar las nanas electrónicas, es decir ESP y control de tracción.
No haré el cuento largo, mi desempeño fue patético, no logré enlazar ni una sola vez las dos curvas en mis cuatro intentos, incluso en dos terminé en un glorioso trompo. Para mi consuelo no fui el único, de hecho solamente uno de los asistentes lo logró.
Posteriormente Farfus en un M4 Manual nos demostraba una y otra vez lo fácil que resultaba el ejercicio, claro cuando él está tras el volante.
Por fin, el circuito completo
Por más atractivo que resultara el ejercicio de drift, la mejor parte del día fue la de las vueltas al trazado casi completo del AHR y digo casi porque no entramos a la zona del estadio, entonces directo de la segunda recta doblábamos a la derecha para entrar a las eses.
En esta ocasión empecé con la X5 M, que aunque no lo creas es capaz de mantener el paso del M2 y M3 que rodaban más adelante en mi grupo. Posteriormente me tocó pasar al M2 que sigue siendo el más vivo de la gama, es ligeramente nervioso y sin lugar a dudas el más divertido.
Por otro lado el M3/M4 es más refinado y muy neutro al límite, está tan bien afinado que te hace creer que bien podrías ser el coequipero de Farfus en la DTM. Entrar a las eses en este auto es una delicia y el seis cilindros turbo sube de vueltas con enorme facilidad y sin dejar de empujar con lujo de violencia.
Un final inesperado
Al término del evento y de manera rápida la gente de BMW premió a los tres mejores tiempos en el slalom, uno de ellos fui yo, no dijeron quién ganó, así que podemos asumir que por lo menos fui el tercero más rápido.
El premio fue un M3 escala 1:18 color naranja, ya de por sí increíble, pero encima lo firmó Augusto Farfus, vaya manera de finalizar un día en pista.