AutoCosmos informa que con el Polo en México, luego de llevar una carrera con altibajos, Volkswagen decidió que era un momento de realizar algunos cambios dentro de la gama siéndo la introducción de la versión Sportline la más importante. Esta variante, ahora se coloca como el modelo tope en la gama 2018, bueno siempre y cuando no se tome en cuenta al Polo GTI.
A rasgos generales, se puede decir que el nuevo Volkswagen Polo Sportline 2018 viene a sustituir dentro del organigrama a la versión 1.2 TSI ofertada con anterioridad. Exteriormente se mantiene prácticamente igual a cualquier otro Polo, sólo que añade algunos elementos distintivos como los rines de 16 pulgadas de diseño Portago; espejos laterales con carcasa en negro y emblemas TSI.
En la misma sintonía, el habitáculo presenta algunos extras como el volante forrado en piel, asientos bitono, así como pedales y protectores de estribos realizados en aluminio. Por lo demás todo se mantiene virtualmente a aquellos primeros modelos que dejan de llegar a México a finales de 2014, cuando se decidió importar al Polo desde la India.
En el apartado de seguridad se cuenta con los elementos básicos como los frenos con ABS y doble bolsa de aire frontal. Sin embargo, añade algunos elementos tecnológicos extras como los anclajes ISOFIX, control eléctrico de estabilidad (ESC), bloqueo electrónico del diferencial (EDS) y control de tracción (ASR). En este sentido cumple, pero no hubiera estaba mal agregar un par de bolsas de aire extras o sensores de reversa.
Como podrás intuir, el Volkswagen Polo Sportline 2018 es impulsado por el conocido motor 1.2 TSI capaz de erogar 105 caballos de fuerza y 129 lb-pie de torque, el cual se acopla a una transmisión robotizada DSG de siete relaciones con tres modos de conducción (Normal, Sport y Manual). El rendimiento de combustible combinado anunciado por la marca es de 18.9 kilómetros por litro.
Durante su presentación pudimos manejar desde la Ciudad de México hasta Cuautla y Tepoztlán (Morelos). En este trayecto queda claro el origen del Polo, ya que su altura libre al suelo es superior a otros modelos. Esto tiene sus pros y contras. Por un lado, cuando se circula en una autopista, a partir de los 160 km/h comienza a vibrar debido al aire que se filtra por debajo. Sin embargo, en los caminos maltratados o empedrados como los del citado Pueblo Mágico, será muy difícil que un tope o un bache represente un obstáculo.