México es el mayor proveedor de heroína para Estados Unidos, y su consumo, que tradicionalmente se concentraba en las ciudades de la frontera norte, ahora también se da en Puebla, Cuernavaca y Oaxaca, por lo que es urgente realizar cambios legales a fin de fortalecer la prevención de las adicciones y erradicar su uso, así como de sicotrópicos, anfetaminas y metanfetaminas, planteó la diputada federal priísta Adriana Terrazas.
Señaló que en la Ley General de Salud debe señalarse la obligación de las autoridades de contar con un esquema de prevención e información para combatir el aumento del consumo de heroína, así como para que el país cumpla los compromisos adquiridos en instrumentos internacionales enfocados al control de la producción, comercialización y venta de drogas, informa La Jornada
La legisladora, integrante de la Comisión de Salud, también exhortó a los gobiernos federal, estatales y municipales a erradicar el uso de la heroína, el cual ha aumentado también en Hermosillo, Sonora.
El mayor consumo de heroína ocurre en Chihuahua. Información del Centro de Integración Juvenil de esa entidad reportó que Ciudad Juárez ya ocupa el primer lugar por cantidad de usuarios. Más de 22 por ciento de personas la han utilizado, mientras a escala nacional el promedio es de 3.4 por ciento.
Terrazas comentó que en esa ciudad se han identificado alrededor de 6 mil picaderos de heroína.
Durante años, organizaciones civiles han llevado a cabo acciones encaminadas a reducir el daño. Son medidas para evitar el intercambio de agujas entre usuarios a fin de prevenir la transmisión de infecciones como sida, tuberculosis y hepatitis C.
Sin embargo, hacen falta otras estrategias para frenar la tendencia al alza del consumo de esa droga y el impacto negativo en la salud y vida de los usuarios. La diputada comentó que los consumidores de heroína pueden presentar parálisis en el bulbo raquídeo, que a su vez provoca infartos.
Además, dijo, los picaderos deterioran la calidad de vida de los vecinos, que quedan vulnerables y expuestos a robos, que son la fuente de ingresos más común para los adictos.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/11/14/sociedad/042n1soc