Aunque ya pasó el Día de la Madre, cualquier ocasión es ideal para pensar en un regalo inolvidable, que además les permita pasar tiempo de calidad juntos. Nuestro país tiene destinos encantadores, que combinan belleza, historia, cultura, mucha tranquilidad y sabor.
Tal vez este próximo fin de semana o en cualquier temporada del año, estos lugares te recibirán con mamá con los brazos abiertos.
Campeche, tranquilidad y sabor
Patrimonio Mundial de la Unesco, única ciudad amurallada del país, limpias y bellas calles, pan de cazón… ¿Qué más necesitas? ¿Que no sea caro? ¡Concedido! Campeche te sorprende con esta y otras maravillas, por ejemplo la preciosa vegetación. Libre de spring breakers, se trata de una ciudad lo suficientemente silenciosa como para descansar de verdad.
Hay hoteles encantadores, pero si nos permites recomendarte uno, a nosotros nos gusta el Hacienda Puerta Campeche, todo lujoso y enfrente de una vieja cantina con deliciosa botana. ¿Te hemos dicho ya que de Campeche son los antojitos más ricos de México? En los Portales de San Francisco tendrán tu mamá y tú la oportunidad de comprobarlo. No olvidarán este viaje. ¡Provecho!
Oaxaca, la mamá de todas las vacaciones
Nunca el Instagram de tu mamá se habrá visto tan bien como cuando la hayas invitado a Oaxaca… Hay colores que sólo existen aquí, o así parece después de una buena comida istmeña en Zandunga (te aconsejamos reservar) o un paseo por el barrio de Jalatlaco. Viajar con mamá a esta ciudad debe incluir mezcal, chocolate ¡y mole! La escena restaurantera de Oaxaca es de las más interesantes de México, y no lo decimos nosotros: es bien conocido en varios países. También hay que visitar los mercados y el gran museo junto a Santo Domingo. ¡Anímate!, hoy mismo puedes hacerle este inmenso obsequio a tu mamá.
Querétaro querendón
Los viajes familiares pueden ser tan variados como familias hay en el mundo. Pero te aseguramos que a todas les termina gustando Querétaro, y en especial aquellas con mamás interesadas en la historia nacional. La capital queretana, a sólo tres horas de la Ciudad de México y ubicada cerca de rumbos hermosísimos (Aculco, la Sierra Gorda…), resulta ideal si se aprecian la arquitectura barroca, la gastronomía otomí o el arte en el sentido amplio de la palabra. Su Centro limpio dan ganas de caminarlo entero, y recomendarlo hacerlo. ¡Hay tanto que ver!
Querétaro es una joya de la época colonial, pero palpitante de vida actual: artistas locales, vino regional, restaurantes padrísimos… Vale la pena descubrirla por uno mismo, pero acá te adelantamos algunas pistas: Santa Rosa de Viterbo, las malteadas de mantecado de La Mariposa, el barrio de la Cruz y la Galería Libertad. Y por supuesto el claustro de San Agustín, y el museo dedicado a la restauración de la República. Y ya mejor le paramos porque nos morimos de envidia. ¡Qué suertuda tu mamá!
San Cristóbal de las Casas, como una segunda casa
Te proponemos un trato: nosotros te decimos cuál es el mejor hotel de San Cristóbal, y tú te acuerdas de este artículo al cenar cómodamente en su lindísimo restaurante un fideo negro o una pera al vino tinto o ambos. El hotel se llama Bo y creemos que a tu mamá le va a encantar. Es moderno y silencioso. Para los viajes en familia nada como escoger los lugares más lindos, ¿cierto? Sin embargo esta pequeña ciudad de los Altos de Chiapas, y sus alrededores, es mucho más que lujo y confort: es ante todo aventura, arqueología, tradiciones viejísimas, paisajes inolvidables y mucha alegría entre la neblina… Sorprende a tu mamá sin gastar una fortuna ni tener que salir del país (y eso que el chiapaneco es, en realidad, otro país).
Zacatecas, la mejor idea
Viajar con mamá: ¡qué buena idea! A Zacatecas: ¡aún mejor! ¿Creías que nos íbamos a olvidar de esta ciudad súper bonita que tanto deslumbra a las familias que viajan juntas? La dejamos hasta el final por aquello del orden alfabético, pero esta fue nuestra primera opción desde que pensamos en este artículo. ¡Los museos!, ¡la mina!, ¡el café Acrópolis y sus desayunos! Y sí: la Catedral, sobrecogedora y testigo de la riqueza económica y cultural de los siglos coloniales. En Zacatecas el tiempo pasa a otro ritmo, el más agradable de todos, y los cielos tan azules inspiran a dar gracias a la vida que te ha dado tanto: ¡tu mamá!
Fuente: http://www.momondo.mx/