El linchamiento de Rey David y José Abraham Copado Molina el 19 de octubre en Ajalpan, Puebla, dio pie a #SoyEncuestador, movimiento que exige justicia para los dos jóvenes asesinados y mayor protección para los encuestadores.
Los hermanos Copado Molina viajaron a esa comunidad para realizar un estudio sobre maíz transgénico y tortillas. A pesar de mostrar las identificaciones que los acreditaban como encuestadores, fueron confundidos con secuestradores por lo que la población los golpeó e incineró enfrente del Palacio Municipal de la localidad.
Los directores de 16 proyectos y pequeñas empresas de investigación de mercados empezaron a organizarse días después del linchamiento de los dos encuestadores.
"Nos empezamos a organizar el 22 de octubre, días después del suceso de Ajalpan. Comenzamos a manifestarnos a través de redes sociales", explicó Luis Santamaría, uno de los dirigentes de #SoyEncuestador en entrevista con Milenio.
Por medio de Facebook y Twitter, casas encuestadoras y personas que se dedican a aplicar estudios sobre productos y servicios convocaron a una manifestación para el día 31 de octubre, pero la postergaron porque más empresas se sumaron al movimiento.
"A partir de que lanzamos la convocatoria, se han unido empresas del ramo de investigación de mercados. La Asociación Mexicana de Agencias de Inteligencia de Mercado y Opinión (AMAI) se acercó y ahora respalda el movimiento. Se unió más gente, más maquiladores, más líderes de proyectos", detalló.
#SoyEncuestador marchará el 7 de noviembre de la Glorieta de Insurgentes al Zócalo.
"Buscamos respaldar y apoyar a la familia afectada (por el linchamiento en Ajalpan) y que levantando la voz se le pueda dar seguimiento a la justicia. El segundo motivo, que no deja de ser importante, es hacer conciencia en la sociedad de nuestra labor como encuestadores de campo", dijo Luis.
En la manifestación se venderán playeras a 35 pesos para recaudar fondos para la familia Copado Molina.
Además, desean hacer una campaña en la que la población comprenda que es válido pero no obligatorio responder una encuesta y, más adelante, les gustaría acercarse con autoridades gubernamentales para definir estrategias que les permita trabajar en condiciones de seguridad óptimas, ya que no es la primera vez que son agredidos.
Por ejemplo, en marzo de este año, Erick Fabián Paredes Valois y Jesús Manuel Pérez Montoya, quienes aplicaban la Encuesta Intercensal 2015 para el INEGI en Urique, Chihuahua, fueron asesinados y, en julio de 2011, nueve encuestadores de las empresas Consulta Mitofsky y Parametría fueron secuestrados en Apatzingán; días después fueron liberados.
Los integrantes de #SoyEncuestador quieren que las personas consideren la aplicación de cuestionarios como un trabajo importante y que no los señalen como delincuentes, ya que en diversas ocasiones han sido agredidos a pesar de contar con identificaciones y protocolos de seguridad.
"Ejercemos un trabajo que, gracias a él, hay beneficios, cambios o mejoras para bien de la sociedad. No estás obligado a responder una encuesta", reitera Luis.
