En lo que va del año se han registrado más de 90 ejecuciones presuntamente vinculadas con la delincuencia organizada en 30 municipios de la entidad gobernada por el priista Javier Duarte, según cifras del Ejecutómetro de Grupo Reforma.
Además, las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública reportan en el mismo Estado 350 víctimas de homicidio doloso de enero a agosto de este año, lo que representa más de 40 cada mes.
Tan sólo el 21 y el 22 de septiembre fueron ejecutadas 11 personas en los municipios de Córdoba, Amatlán de los Reyes, Iztaczoquitlán y Mariano Escobedo.
El pasado fin de semana fueron hallados los cadáveres de dos familiares del cineasta Alejandro Gómez Monteverde en el Municipio de Pueblo Viejo, en los límites con Tamaulipas, después de haber sido secuestrados en Tampico.
El crimen causó repudio e indignación en redes sociales.
Las autoridades han documentado también el hallazgo de cuerpos en diferentes fosas clandestinas.
El 11 de septiembre, por ejemplo, nueve osamentas fueron encontradas en una fosa en el Municipio de Alvarado.
A inicios de abril, otros cinco cuerpos fueron exhumados de una fosa en un predio cercano al puerto de Veracruz. Y el 28 de abril, los cadáveres de dos trabajadores de la CFE fueron hallados en otro cementerio clandestino en Cosamaloapan.
Además, en diferentes puntos de la entidad se han registrado enfrentamientos armados y ataques a las fuerzas de seguridad.
En junio, el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) difundió un comunicado en el que aseguraba que en el puerto de Veracruz, Boca del Río y Medellín ya no operaban Los Zetas y advirtió una "limpieza" de ese grupo.
De acuerdo con documentos de la PGR y la DEA, en la entidad coexisten ambos cárteles del narcotráfico.
Esos informes refieren que Los Zetas cuentan con dos células que operan en el centro del Estado y en los límites con Puebla y con otra que tiene presencia en la zona de Poza Rica y en los límites con Hidalgo, San Luis Potosí y Tamaulipas.