De no cambiar las condiciones actuales en el mercado petrolero, es probable que el próximo aumento al precio de las gasolinas, en febrero, sea de 8%, confirmaron analistas consultado por El Universal.
Señalaron que si bien inicialmente estimaron ese porcentaje, el nuevo precio dependerá de la referencia del crudo en los mercados internacionales y del tipo de cambio.
Reiteraron que si no surge algo relevante en el panorama que afecte a los mercados, los consumidores habrán de pagar 8% más sobre el precio promedio actual, que se ubica en alrededor de 16 pesos por litro en el país.
El nuevo precio lo tendrá que calcular la Secretaría de Hacienda con base en esos elementos al final del presente mes, y estará vigentes del 4 al 11 de febrero; después se calculará otro precio que regirá del 11 al 18 de febrero, y de ahí en adelante cambiará diariamente, explicó el director de estrategias de mercado de Finamex Casa de Bolsa, Guillermo Aboumrad.
Dijo que tomando en cuenta esas variables para el precio de las gasolinas, siguen estimando que subirá 8%.
En lo anterior coincidió el economista en jefe de Barclays México, Marco Oviedo. “Quizá en febrero haya uno adicional (aumento)… Según la fórmula, podría ser de 8%, pero en la medida en que avancemos en el tiempo se irá diluyendo”, consideró.
No obstante, afirmó que en el mediano plazo, el precio de las gasolinas reflejará esos costos, para generar mayor inversión en el sector y más competencia. “Ese es el objetivo de la liberalización, sumado que Pemex sanee sus finanzas, porque de alguna forma estaba subsidiando el transporte en el pasado”, apuntó.
País subsidiado
Oviedo recordó que con este proceso de liberalización, México estaría cumpliendo con los compromisos adquiridos en el seno del Grupo de las 20 economías (G20) emergentes y desarrolladas más importantes, respecto a retirar el subsidio a los combustibles fósiles.
Además, mencionó que México ha sido un país que vive subsidiado pero que también puede dejar de serlo, ya que también se subvenciona la electricidad y el transporte público.
Para el caso de la energía eléctrica, estableció que si bien el monto que de recursos públicos que se destinan es menor al subsidio a gasolinas, quitar ese apoyo tendría un impacto mayor en la inflación.
La presidenta del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), Adriana Berrocal, dijo que los subsidios distorsionan el mercado, porque impiden saber cuál es su costo verdadero.
Por eso, con la liberalización de las gasolinas, sería bueno que se amplíe a otros servicios, en el sentido en que puedan ser más racionales en su uso.
“¿Qué pasa cuando algo es muy barato, lo regalan o no nos cuesta nada? Normalmente, lo desperdiciamos; la oportunidad de este gran reto es que nos volvamos más racionales en el uso de los energéticos”, señaló.
Para el presidente del comité de estudios económicos del IMEF, Gabriel Casillas, dado que México es un país con mayoría en pobreza, no se pueden retirar de tajo los subsidios.