Un niño solitario en depresión, con poca atención en el núcleo familiar, es más proclive a descargar sus frustraciones de manera explosiva sin poder autorregularse. Es lo que opinan expertos consultados por El Economista tras el episodio de este miércoles en una escuela particular en Monterrey, Nuevo León, en la que un alumno disparó un arma de fuego contra su profesora y algunos compañeros antes de suicidarse.
El suceso, inédito, dejó cuatro heridos, tres menores y la maestra. El joven agresor de 14 años fue diagnósticado con muerte cerebral. Aldo Fasci, jefe de la Policía de Nuevo León, dio a la prensa detalles sobre el incidente y dijo que el joven, alumno regular del colegio, estaba en tratamiento psicológico por depresión. Para el mediodía de este miércoles, de acuerdo con Fasci, aún no se identificaba el móvil que llevó al joven a desatar el ataque.
Ricardo Antonio Morales Ordoñez, psicólogo de la Universidad Iberoamericana y terapeuta familiar, dijo que este tipo de cuadros de depresión pueden ser detectados desde la observación y cambios de conducta del menor, con signos que estaban presentes y no fueron detectados a tiempo. Morales dijo que el caso da muestras de un caso de depresión adolescente y que pudo haber llevado al menor a presentar otro tipo de padecimientos, aunque es temprano para hablar de alguna patología pero sí podríamos concluir que este trastorno depresivo tuvo rasgos de sociopatía.
La psicoterapeuta gestalt Clara Luz Merchand dijo que este episodio no fue una casualidad y que, sin conocer los factores reales que orillaron al joven a comportarse de esta manera, atribuye este tipo de acciones al olvido que el joven puede vivir en su casa. “La familia es la que ayuda a formar la psique de una persona, lo más importante es que los niños crezcan en un entorno protegido, un entorno en el que el niño perciba su casa como un entorno saludable en donde pueda exponer sus puntos de vista y haya comunicación (…) parece que al dispararse, el chico reclamó también un poco de atención, por que creció en un ambiente de desamparo”, dijo en entrevista Merchand.
La psicóloga Mary Paz Gardea atribuye a la falta de comunicación dentro del núcleo familiar que un niño o adolescente pueda reaccionar de manera agresiva, una falta de comunicación que además se suma a “la soledad y la falta de atención” en el seno familiar. “Pienso que la comunicación dentro de la familia se está perdiendo, se pierde la convivencia y la comunicación entre los miembros”.
Los hechos de esta mañana fueron registrados por una cámara de seguridad del Colegio Americano del Noreste en donde se observa a la maestra repartir materiales a grupos de estudiantes dentro del salón de clases, mientras que uno de los niños comienza a abrir fuego contra sus compañeros y la maestra. Finalmente se disparó en la cabeza y cayó al suelo. El joven murió en el hospital, confirmó el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón.
Aldo Fasci mencionó que los niños tienen acceso a internet, y que ven este tipo de “cosas que han sucedido en otros países”. Clara Merchand dijo que no se puede culpar a la violencia a la que los jóvenes están expuestos en internet o en los videojuegos. Esta psicoterapeuta lo atribuye más a la falta de autocontrol que pueden sufrir los menores al no poder regular o entender sus emociones. “Son niños que actúan en respuesta a lo que la familia les enseñó; si este chico estaba pasando por una depresión y esa depresión lo llevó a una desesperación”.
Ricardo Morales considera que los simples estímulos que los chicos reciben de los medios de comunicación en general o los videojuegos no son suficientes para detonar este tipo de conductas porque un “chico con buenos mecanismos de control tiene muy claros los aspectos que son buenos y malos y evitar estas conductas” dijo el terapeuta familiar, aunque sí hay una influencia fuerte en los adolescentes y se pueden dejar influenciar por la información que reciben.
Clara Merchand dijo que no hay mucha relación entre la violencia a la que se exponen los adolescentes no tiene tanto que ver y dijo que más bien son chicos que se encuentran expuestos a situaciones de bullying. “Si el chico estaba pasando por una situación de depresión, que lo llevó a una desesperación”
Ricardo Morales dijo que el primer filtro para detectar estas conductas bien podrían ser las instituciones educativas, aunque preferiblemente debería ser desde la casa. “lo ideal sería que los colegios pudieran tener algún tipo método psicológico que pudiera ayudar este tipo de cambios en la conducta de los adolescentes (…) que triste que te diga que debe ser el colegio porque los padres de familia muchas veces no pasan suficiente tiempo con sus hijos para detectarlos”.
Fuente: http://eleconomista.com.mx/sociedad/2017/01/18/que-ocurrio-tiroteo-colegio-monterrey