El régimen de jubilaciones y pensiones de los trabajadores del Instituto Mexicano del Seguro Social es el elemento más grande de presión para las finanzas del organismo, pero no existe ningún plan para modificarlo, afirmó el director Mikel Arriola.
En conferencia, señaló que el esquema representa un pasivo de más de dos mil millones de pesos, el cual crece 10 por ciento cada año. Es una obligación que tiene el Instituto en su carácter de patrón y se seguirá cumpliendo.
El compromiso del IMSS es mantener la política de control de gasto y eficiencia en el uso de recursos económicos, lo que hasta hoy ha permitido asegurar la viabilidad del IMSS hasta 2019.
Fuente: La Jornada