El encuentro del presidente Enrique Peña Nieto con Donald Trump ha provocado numerosos gestos de desaprobación, pues el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos ha plasmado un discurso antimexicano a lo largo del año, informa Proceso-
A continuación algunas de las expresiones del magnate estadunidense sobre México y los mexicanos:
6 de marzo
– “No quiero nada con México más que construir un muro impenetrable y que dejen de estafar a EE.UU.”.
PRC_Adaptable
– “Los mexicanos traen enfermedades mortales”
11 de mayo
– “México no se aprovechará más de nosotros. No tendrán más la frontera abierta. El más grande constructor del mundo soy yo y les voy a construir el muro más grande que jamás hayan visto. Y adivinen quién lo va a pagar: México”
16 de junio
– “México no es nuestro amigo. Nos está ahogando económicamente”.
– “Cuando México envía su gente, no envían a los mejores. Envían gente que tienen muchos problemas”.
Según Trump, los inmigrantes mexicanos “traen drogas, crimen, son violadores, y supongo que algunos son buenas personas”.
30 de junio
– “Me encanta la gente de México. Pero México no es nuestro amigo. Nos están matando en la frontera y nos están matando en el empleo y el comercio. ¡LUCHA!
Y apenas el pasado 15 de agosto, en entrevista con NBC, al cuestionarle sobre separar familias con el muro, dijo: “Vamos a mantener a las familias juntas, pero se tienen que ir”.
La tibieza de Peña
Por su parte, el mandatario mexicano ha mantenido una actitud tímida, proclamando “cooperación binacional” y, cuando mucho, desechando con cautela los comentarios del estadunidense:
Aquí algunos de éstos:
Sin aludir directamente a Donald Trump, el 25 de febrero dijo: “Hay quienes tienen la visión de cerrarse, incluso de construir muros, pero esto solo es aislarse, es quedarse solos, puede tener una óptica de cerrar el paso hacia un lugar, pero la otra es la del aislamiento, es la de quedarse, repito, solos, cuando México es promotor de la buena vecindad y de una relación fraterna y de amistad con quien es nuestro vecino del norte y un aliado estratégico de nuestro país como lo es Estados Unidos”.
En una entrevista con CNN realizada el 10 de junio abordó más ampliamente el tema. Ahí dijo que no tenía forma de pagar el muro y rechazó los calificativos de México como expulsor de traficantes, violadores y criminales. “No hay manera de coincidir con comentarios como estos”, subrayó.
Luego: “Yo soy muy respetuoso con el sistema democrático de Estados Unidos. Esa es una decisión que tiene que tomar la sociedad estadunidense. Yo trabajaré con quien quiera que salga elegido para tener una relación constructiva”.
Cuestionado sobre la comparación de Trump con Hitler y Mussolini, el 30 de junio, dijo: “La solución que algunos proponen no es destruyendo lo construido; no es optar por otra vía y por una ruta de aislamiento y de destrucción, sino es acelerar el paso en favor del desarrollo. Y ahí yo señalaba que mucho de lo que hoy algunos dicen, se parece a lo que, en el pasado, ya el propio presidente Obama refirió años más atrás, pero a lo que en el pasado estos liderazgos también dijeron a sus sociedades, Hitler, Mussolini, y el resultado todos lo conocemos. Una devastación y una tragedia en la historia de la humanidad del siglo pasado”.
Y ya el 30 de agosto: “Invité a México a los candidatos a la Presidencia de EEUU, para conversar sobre la relación bilateral. Mañana recibo a Donald Trump”.
Añadió: “Creo en el diálogo para promover los intereses de México en el mundo y, principalmente, para proteger a los mexicanos donde quiera que estén.”