El Presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, Edgar Elías Azar, informó que la necropsia realizada por el Instituto de Ciencias Forenses (Incifo), a la joven colombiana cuyo cadáver fue localizado en la colonia Nápoles el pasado sábado, manejó como feminicidio la muerte de la mujer, informa El Universal.

Señaló que se aplicaron los protocolos correspondientes conforme al delito de feminicidio y además dio a conocer que hasta el momento no ha sido identificada en el Incifo.

“No sé si ya la identificaron en la Procuraduría capitalina, aquí hasta la fecha no; se sabe que es colombiana, llegó desnuda y muy golpeada, tenía fracturas en mandíbula, desprendimientos de dientes, golpes contundentes, costillas rotas, en fin muy golpeada”, comentó el Magistrado Presidente.

Refirió que la conclusión coloquial fue que intencionadamente la mataron a golpes.

Familiares de Stephanie Magón Ramírez esperan viajar a Ciudad de México para repatriar el cuerpo de la modelo de 23 años, asesinada en el fin de semana, lo más pronto posible.

Buscan apoyo de la Cancillería colombiana y poder conocer los avances de las autoridades mexicanas en la investigación por su muerte.

Su mandíbula estaba fracturada

Stephanie buscaba triunfar en el modelaje. Por eso se vinculó con la agencia New Icon Model Management, y en mayo de este año, alistó maletas para irse a la capital mexicana, luego de pasar un casting como modelo de protocolo. En México planeaba quedarse por un año.

Sus allegados la recuerdan como una mujer considerada, sociable y buena estudiante. Ella estaba casada y tenía un hijo de 4 años.

Hasta ahora no son claras las causas de la muerte de la caleña.

En la ciudad de México alquiló un cuarto en la calle Miami, donde residía en el momento de su muerte.

Una versión indica que luego de estar reunida con amigos habría sido hallada en un carro en la Colonia Nápoles, del centro de Ciudad de México, con golpes en la cara y la cabeza, y sin ropa. Otra hipótesis es la de una supuesta caída desde un balcón.

No querían que se fuera

Su madre, Magali Ramírez; su padre, que vive en Estados Unidos, y su abuelo Manuel Ramírez, le habían implorado que no se fuera de Colombia.

Días antes del viaje a Ciudad de México le habían insistido en que temían por ella debido a la inseguridad en México. Doña Magali ya había perdido otro hijo, el único hermano de Stephanie, Julián David Chicué Ramírez, quien fue asesinado años atrás, cuando se encontraba en Brasil. El joven había viajado en búsqueda de un futuro más promisorio.

Las personas más cercanas a ella le organizaron una gran despedida en Cali. Vivía en el barrio Caldas, un sector modesto de la comuna 18.

“Nosotros le habíamos dicho que no se fuera. La mamá está muy mal porque ya no le queda ningún hijo”, dijo su abuelo Manuel.

Stephanie quería ser presentadora de televisión y por eso había iniciado estudios en el Instituto Nacional de Telecomunicaciones (Instel) siete años atrás. Los había abandonado.

El director de la institución, Aleissy Lasso, dijo que Stephanie quería retomar y culminar sus estudios. “Stephanie era una estudiante a la que le iba bien”, expresó Lasso.

Instel confirmó el deceso de la modelo en su página de Facebook. En marzo de este año, los restos de otra vallecaucana, Yuliana Andrea Aguirre Acevedo, fueron encontrados en Santiago de Chile.

Yuliana Andrea también fue asesinada. Tenía 21 años y había nacido en el municipio de Andalucía, en el centro del Valle del Cauca. La joven había viajado a Chile con su pareja, Erwin Valdés Ortiz.

Encontraron el cuerpo desmembrado, introducido en bolsas, en el río Mapocho. Por el caso fue detenido el novio de la víctima, quien confesó haberla asesinado y desmembrado.

En su página personal de Facebook, la joven puso una última foto, de estudio, el pasado 27 de julio, e indicó que residía en Ciudad de México y tenía un contrato con la firma New Icon Model Management.

Con información de El Tiempo / Colombia GDA