Apro reporta que a las 12:23 horas de este martes, una camilla colgante atada a un trascabo exhumó el cuerpo número uno de las fosas clandestinas de la Fiscalía de Morelos, ubicadas en el predio El Maguey de la comunidad de Tetelcingo, al norte de Cuautla.
Algunos familiares de víctimas mostraron alegría y, de hecho, colocaron una cartulina en la dejaron constancia de ella: “Sabes que te extrañamos en casa. Sin ti nada era igual. Exhumación cuerpo 1. Bienvenido a tu identidad”. Y acompañaron el mensaje con la fecha y la hora de la exhumación, así como el dibujo de un corazón.
La dilación de los trabajos de exhumación continuó. Desde las 6 de la mañana que iniciarían los trabajos, siguieron las actitudes dilatorias. Por ejemplo, por la noche, la policía amplió cinco metros el perímetro de seguridad, provocando la molestia tanto de las familias como de los reporteros gráficos, quienes solicitaron a la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), que colocara en el límite de las rejas de seguridad para que sirviera de andamio a los fotógrafos y camarógrafos.
En conferencia de prensa, los familiares denunciaron “con profunda indignación, el incumplimiento por parte de la Fiscalía del Estado de Morelos de los acuerdos establecidos en función de los protocolos internacionales en materia forense”, particularmente, porque “no proveyeron la maquinaria para descubrir las fosas y cavar las canaletas que permitan drenar el agua con la que deben ser lavados cuerpos; la maquinaria para extraer los cuerpos de las fosas no es la adecuada, ya que al tratar de utilizar un trascabo, los peritos consideraron que se podrían alterar las evidencias y lastimar los cuerpos; y pretendieron cerrar con plásticos oscuros el escenario de trabajo para impedir que los familiares de las víctimas y los medios de comunicación atestiguaran la diligencia, contraviniendo la obligatoriedad de la transparencia”.
Reiteraron que las autoridades “no tenía la ubicación exacta de las fosas ni la profundidad en la que se encuentran los cuerpos. Esto confirma, una vez más, que se trata de fosas clandestinas en las que presumiblemente se configuran crímenes de lesa humanidad”. Y luego expresaron un llamado a que el gobierno de Morelos “no continúen obstruyendo la diligencia y faciliten las condiciones para que esta se desarrolle con transparencia y oportunidad, en aras de hacerles una justicia pronta y expedita a las víctimas de la violencia y a sus familiares”.
Mientras tanto, la Fiscalía emitió un comunicado en el que asegura que no hubo error el lunes en la excavación de la primera fosa, porque “la excavación la llevó a cabo un arqueólogo de la Procuraduría General de la República, la cual tuvo que hacer por etapas, porque al utilizar maquinaria se tiene que hacer con mucho cuidado para no maltratar los cuerpos. El arqueólogo, capa por capa, va vigilando y haciendo sus mediciones para llegar a la capa final donde están los cuerpos”.
Citando al coordinador de Servicios Periciales de la Fiscalía, Samuel Nava Vázquez, el documento señala que “el único error del lunes fue desinformar, dado que la población merece respeto y, para ello, es necesario informar con certeza, seguridad y profesionalismo sobre los procedimientos que los especialistas de cuatro diferentes instancias realizan en la zona de trabajo del panteón de Tetelcingo”.
Además, informaron que Socorro Tlapala Becerro, dueño del predio El Maguey, declaró al Ministerio Público hace tiempo que “no son dos fosas clandestinas, si no que son tres y que la otra se encontraría en una parte del terreno que se encuentra bardeado”. El predio de referencia, se ubica a unos 200 metros de las fosas donde se hacen los trabajos este martes y de acuerdo con vecinos también es utilizado como panteón.
Según dijeron, debe existir constancia de la declaración de Tlapala Becerro, pues forma parte de las declaraciones ministeriales en la investigación que realiza la Fiscalía de Morelos respecto de las fosas clandestinas de Tetelcingo. En este sentido, el fiscal Javier Pérez Durón, quien arribó al lugar a las 12:40, entrevistado al respecto, dijo: “vamos a investigar, vamos a investigar”, mientras avanzaba al interior del perímetro de seguridad.
Justo este martes se cumplen tres años de que privaron de la libertad y asesinaron a Oliver Wenceslao Navarrete Hernández, comerciante de Cuautla, cuyo cuerpo fue inhumado clandestinamente en las fosas clandestinas en Tetelcingo en marzo de 2014, a pesar de estar plenamente identificado por su familia. Este hecho llevó a su familia a la denuncia y a lograr, con el apoyo de otras víctimas e instituciones, que este martes por fin, estén exhumando el primer cuerpo.