En un hecho sin precedente, el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ofreció una disculpa pública a la sociedad agraviada por los actos de tortura hacia una civil, cometidos por militares en febrero de 2015 en el municipio Ajuchitlán del Progreso, Guerrero, y dejó claro que quien cometa este tipo de abusos “deplorables” y “repugnantes” no es digno de pertenecer a las Fuerzas Armadas.

Ante más de 30 mil efectivos de distintos rangos congregados en el Campo Militar Número 1-A, el secretario de la Defensa Nacional, general Salvador Cienfuegos Zepeda, dijo que no se permitirán estas conductas.

El acto de desagravio se dio tras la difusión de un video en el que Elvira Santibáñez, una joven de 22 años, es torturada por dos militares y una policía federal, tras su detención el 4 de febrero de 2015, hecho que se hizo público esta semana, aunque los presuntos responsables están sujetos a proceso desde enero pasado ante tribunales castrenses y son investigados por la Procuraduría General de la República (PGR) por el delito de tortura.

Ante lo ocurrido, el general dijo: “Los he reunido este día, porque es necesario expresar públicamente nuestra indignación por los hechos lamentables que sucedieron hace casi 14 meses, en Ajuchitlán del Progreso, Guerrero”, y que se difundieron en redes sociales esta semana.

“Desde este campo militar y en relación a los reprobables actos a los que me he referido y que hoy nos congregan, en nombre de todos los que integramos esta gran institución nacional, ofrezco una sentida disculpa a toda la sociedad agraviada por este inadmisible evento”, enfatizó.

En un mensaje duro, en lo que representa la primera vez que un titular de la Sedena se disculpa por la actuación de sus tropas, Cienfuegos reprobó la actuación de su personal y enfatizó que no tolerará que sus elementos cometan delitos o abusos, y serán castigados ante la ley castrense y en el fuero civil.

“Quienes actúan como delincuentes, quienes no respetan a las personas, quienes desobedecen, no sólo incumplen la ley; no son dignos de pertenecer a las Fuerzas Armadas. Cumplir con nuestras obligaciones es un mandato que por ningún motivo implica o justifica actos ilegales de deshonor o de indisciplina”, afirmó el general.

En su mensaje, que se transmitió en vivo a los casi 170 mil elementos del Ejército, dijo que “son estos sucesos repugnantes que, aunque aislados, dañan de manera muy importante nuestra imagen y el prestigio que dignamente hemos ganado en más de 100 años de lealtad a las instituciones nacionales y a los mexicanos”.

Dijo que lo ocurrido son “hechos deplorables, que no sólo nos denigran como soldados, también traicionan la confianza que día a día se ha ganado esta institución”, y les recordó que “cumplir con nuestras obligaciones es un mandato que por ningún motivo implica o justifica actos ilegales de deshonor o de indisciplina”.

Cienfuegos fustigó: “No debemos ni podemos enfrentar la ilegalidad con más ilegalidad; la delincuencia se contiene con la ley en la mano”, por lo que destacó que, sin dilación, a partir de que se supo del incidente se actuó con contundencia contra los implicados.

Instruyó a todos los integrantes del Ejército a no permitir “estos hechos, estas decisiones individuales irracionales y equivocadas que nos indignan como personas, como ciudadanos y como soldados, que nos denigran ante los demás como institución”.

El secretario recordó que desde el cabo hasta el general “somos responsables de los soldados puestos a nuestras órdenes, responsables de lo que hagan o dejen de hacer, no se deben emitir ni cumplir órdenes contrarias a la disciplina militar”.

Emitió una orden: “Actuar en todos los niveles con exactitud e inteligencia, con decisión y con prudencia, siempre apegados a la ley. Así como promover, respetar, proteger y garantizar los derechos de las personas”.

En la explanada Damián Carmona, llamó a quienes integran la Sedena a denunciar actos que denigren a la institución en la que confían los mexicanos, por el trabajo que las Fuerzas Armadas han realizado en seguridad, y que demanda de sus integrantes “una conducta intachable”.