"Nunca se dejen pisotear por nadie", dijo el papa Francisco como despedida a unos 600 niños de entre nueve y 12 años de edad de las parroquias y escuelas de esta diócesis que lo recibieron con gran algarabía en la Catedral de Morelia.
Al llegar a la Catedral, fue recibido por autoridades religiosas, a quienes saludó antes de entrar al templo dedicado a la Transfiguración del Señor, donde también están presentes un grupo de menores con alguna discapacidad, así como los 26 integrantes del famoso Coro de los Niños Cantores de Morelia.
El Papa depositó un ramo de flores ante la imagen de la Virgen de la Salud y otro ante las reliquias de dos niños, tras lo cual dirigió un breve mensaje a los 600 niños reunidos eN la Catedral de Morelia.
Enseguida saludó, bendijo y dio palmadas a varios pequeños enfermos, uno de los cuales lo abrazó con gran ternura, tras lo cual caminó por el pasillo central de la iglesia hacia las puertas de la Catedral mientras lo infantes no cesaban de gritar su nombre y cantar.
El Papa Francisco salió de la Catedral de Morelia en compañía del arzobispo de Morelia, cardenal Alberto Suárez Inda, y se detuvo en el atrio para escuchar a la orquesta y el Coro de Infantes de ese templo.
Al terminar la canción, se acercó para que le tomaran una fotografía con el coro, a cuyos integrantes les invitó a seguir siendo creativos, a buscar la belleza y “las cosas lindas que duran toda la vida y nunca se dejen pisotear por nadie”.
Enseguida les dio la bendición y les pidió que de vez en cuando le canten alguna “canción, aunque estén lejos”.
Tras abandonar dicho recinto, el jerarca realiza un recorrido por la capital michoacana a bordo del papamóvil hacia la sede del Arzobispado.
Según la agenda programada, a las 16:30 horas tendrá un encuentro con jóvenes en el estadio José María Morelos y Pavón. Al término del mismo, regresará a la ciudad de México, cuyo arribo se tiene programado a las 20 horas.