Después de más de una semana de que Michelli Gil Jaimez perdiera la vida en los atentados en Francia, sus restos llegaron en cenizas a su ciudad natal, Tuxpan, Veracruz.

Y para darle el último adiós, el ayuntamiento y los familiares le realizaron un homenaje la tarde del pasado 22 de noviembre.

“Michelli, Michi, como muchos la llamábamos, de carácter dulce, aplacible, fue siempre muy gentil y sencilla con las personas, ya sea familiares, amigos o conocidos; siempre sonriente”, declaró Romualdo Cruz, tío de la joven.

Más de 100 personas acudieron a escuchar las palabras con las que los familiares despidieron a MIchelli.

“Fueron millones de oraciones que se unieron para darnos la fortaleza que hasta ahorita estamos teniendo en este trance tan doloroso”, mencionó Araceli Jaimez, madre de Michelli.

La mamá de la joven dijo perdonar a quienes mataron a su hija porque no quiere guardar rencor.

Al final, el sacerdote que ofició la misa dio la bendición a las cenizas de la joven y pidió por el consuelo de la familia.

Después se elevaron unos globos de Cantoya para despedir a Michelli. Las cenizas de la joven se quedarán en la casa que la vio crecer.

“Hoy para mí es un privilegio hablar de tu vida ‘Michi’, todas aquí coincidimos que eres una persona alegre, jovial, sin fronteras, entusiasta, sin miedos, hermosa no sólo por dentro, sino por fuera”, agregó Elizabeth Martínez, amiga de Michelli.

Michelli nació en Tuxpan, Veracruz, pero gran parte de su juventud la vivió en Puebla, ciudad a la que se fue a estudiar la Licenciatura en Administración de Negocios Internacionales en la Universidad de las Américas, UDLA. Después se mudó a Francia en 2008 para continuar su preparación académica en EM LYON.