La Jornada informa que la investigación “Los mexicanos vistos por sí mismos: los grandes temas nacionales” es única en su género y brinda una radiografía de los prejuicios, actos discriminatorios, estereotipos y falta de tolerancia de la población mexicana hacia otros, particularmente los diferentes; asimismo, muestra lo que piensan los ciudadanos y la forma en que actúan ante diversos temas de su cotidianidad, políticos y económicos.
Así lo señalaron especialistas universitarios que participaron en la elaboración e interpretación de los datos del estudio, integrado por 25 encuestas nacionales sobre los más variados temas y elaborado por 93 académicos y 65 asistentes de diferentes entidades de investigación de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
María Marván, del Instituto de Investigaciones Jurídicas, aseveró que los resultados de las encuestas le han generado preocupación. Encontramos que somos diversos; se pueden retratar varios Méxicos, hay diferencias entre el norte y el sur. Desgraciadamente no fue una muestra más grande para poderlo desagregar por estado. A pesar de ello, la preocupación es que somos muy poco tolerantes a la diferencia y tendemos fuertemente a la discriminación.
La investigadora, que participó en el tomo La corrupción en México: percepción, prácticas y sentido ético, refirió que los mexicanos reconocen que se trata de uno de los más grandes problemas del país, pero no se aceptan como corruptos, sino que sólo son los otros. Lo ven como un problema generado por lo que hacen o no los demás.
Otro dato –agregó Marván– es que la gente considera que la ley está mal hecha y no es adecuada a lo que necesita el país, pero acepta no conocerla. Justo en esos argumentos se basan los mexicanos para manifestar que no violan la ley por gusto, sino porque está mal hecha. Natividad Gutiérrez, del Instituto de Investigaciones Sociales, participó en el análisis del tomo titulado Ser indígena en México: raíces y derechos. Este estudio en particular, dijo, muestra la falta de conocimiento de la sociedad mexicana sobre los pueblos y cultura indígenas, además del racismo y discriminación con que los mexicanos los ven.
El no conocer a estas comunidades da lugar a que se cometan actos discriminatorios, exclusiones e injusticias de todo tipo. La sociedad no puede ubicar que ser indígena es una desventaja; eso contribuye a que su desvalorización sea amplia y persistente. Hablamos de 15 millones de personas que no son conocidas ni valoradas por otros 100 millones. Eso sugiere que no hay forma de corregir esas brechas de desigualdad. Otro dato, dijo, es que hay una relación entre pobreza y etnicidad.
Manuel Suárez Lastra, del Instituto de Geografía, quien participó en el tomo Entre mi casa y mi destino: movilidad y transporte en México, señaló que la investigación es un gran esfuerzo universitario.
Esta encuesta reveló que la movilidad es muy reducida en el país. Casi 80 por ciento de la población utiliza el transporte público, y lo consideró lento, costoso, inseguro y sucio. Incluso –añadió– quienes se transportan en caballos, mulas o burros califican mejor la movilidad en sus animales que en los servicios públicos.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2015/11/17/sociedad/041n1soc