El mexicano Andrés Moreno, considerado el hombre más obeso del mundo al pesar 320 kilos, ingresó este miércoles a un quirófano para ser sometido a una operación que busca reducir su peso, informó el equipo médico del Hospital Arboledas de Guadalajara, Jalisco.
Tras una serie de pruebas de última hora, Moreno fue trasladado en una camilla automatizada y diseñada para aguantar hasta 500 kilogramos desde una habitación del Hospital Arboledas, donde se ubica la unidad Gastric Bypass Mexico.
Se preveía que el proceso quirúrgico, en el que participan siete expertos del Gastric Bypass Mexico, entre ellos su director, José Castañeda, tuviera una duración de dos horas y media.
Moreno es sometido a una operación de derivación biliopancreática con cruce duodenal, considerado el procedimiento que mejor resultado aporta en pacientes con obesidad extrema.
En declaraciones previas, Castañeda explicó que debido a la fragilidad del paciente, la intervención se realizaría en dos tiempos, con el fin de minimizar los riesgos, y utilizando la técnica laparoscópica para acortar la recuperación al no abrir al enfermo.
Al finalizar la operación, este cirujano que ha practicado 5 mil intervenciones bariátricas, explicará los detalles del proceso quirúrgico y el estado del paciente.
Moreno llegó al hospital de Guadalajara la madrugada del martes procedente de su natal Ciudad Obregón, en el estado de Sonora, tras un largo y complicado viaje primero en carretera hasta Hermosillo y después en avión hasta la capital de Jalisco.
“El traslado ha sido impecable”, dijo la jefa de gabinete de Gastric Bypass Mexico, Judith Tavares, quien detalló que en el trayecto se le suministró oxígeno al paciente, “evitando episodios peligrosos cuando así sus constantes nos advertían”.
Antes de tomar la última cena sólida en los próximos meses, pues luego de la cirugía su alimentación será a base de líquidos, Moreno contó la noche del martes que estaba “contento y nervioso” por la operación.
Narró que el sobrepeso fue parte de su vida desde su nacimiento, cuando pesó algo más de seis kilos, debido a un metabolismo que convertía en grasa gran parte de los alimentos que ingiere.
Desde los 25 años y con 210 kilos buscó ayuda de especialistas y siguió dietas que, lejos de ayudarle, solo le provocaban un rebote de peso. Ya empezaban los dolores de rodilla y de columna, y su respiración era agitada.
Pero hace cuatro años la muerte de su padre lo sumió en una depresión que se profundizó con el abandono de su pareja. Esta época lo hizo encerrarse en su habitación y ganar peso hasta llegar a los 444 kilos.
Sus ganas de vivir lo llevaron hace doce meses a emprender una dieta a base de frutas y verduras altas en proteínas, pollo y pescado que le permitieron bajar hasta los 320 kilos que ahora pesa.
Moreno dijo que sueña con tener una vida normal y crear una fundación para ayudar a quienes tienen obesidad en un país con “muchos gorditos”.