En respuesta a una denuncia ciudadana, el INM llevó a cabo una visita de control y verificación en tres domicilios en los cuales presuntamente había migrantes que habían sido víctimas de un grupo delictivo.
En acciones distintas, agentes federales de migración y personal de la Policía Federal detectaron a nueve extranjeros originarios de Honduras, siete de Nicaragua, dos de El Salvador y uno de Sri Lanka, víctimas de un grupo delictivo.
La información proporcionada refirió que este grupo delictivo engañaba a sus víctimas ofreciéndoles llevarlos a la frontera norte del país. Para ello, los trasladaban desde San Luis Potosí hasta llegar a Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Una vez ahí los extranjeros eran privados de su libertad y les exigían números telefónicos de sus familiares para que les enviaran dinero para ser liberados.
En estas acciones fue detenido Raúl “N”, uno de los presuntos integrantes del grupo delictivo, quien fue puesto a disposición de las autoridades correspondientes para que se defina su situación jurídica.
Los extranjeros fueron trasladados a las instalaciones del INM en Nuevo Laredo, Tamaulipas, donde se les proporcionó alimentos, agua, atención médica y comunicación directa con sus familiares y asistencia consular para iniciar su procedimiento administrativo migratorio, dijo el INM en un comunicado.