El Universal informa que el director general del ISSSTE, José Reyes Baeza Terrazas, confirmó que se sancionará a quien corresponda si se encuentra alguna responsabilidad en la investigación que se abrió respecto a la atención que se le dio al ex director del ISSSTE, el pasado 22 de mayo en el hospital regional "Lic. Adolfo López Mateos".
Entrevistado al término de una "ceremonia de bienvenida", que organizó el Sindicato Nacional de Trabajadores del ISSSTE, Baeza Terrazas subrayó:
"Refrendamos nuestro apoyo y reconocimiento a la comunidad médica del Instituto, es una comunidad de servicio profesional integra.
"Y vamos a hacer una revisión en los órganos que corresponde, en la Comisión de Vigilancia, en el Órgano Interno de Control, que revisen detalladamente el contenido de ese video y si así resultase, aplicar las sanciones que corresponde".
¿Podría darse la destitución del director del hospital?, se le preguntó, a lo que respondió: No anticipo nada, sería muy irresponsable prejuzgar o adelantar, por eso fuimos muy puntuales en el comunicado y en ese contexto está".
Un video que obtuvo EL UNIVERSAL muestra que el 22 de mayo pasado, la noche en que falleció Sebastián Lerdo de Tejada, éste no recibió la atención médica adecuada que marcan los protocolos para asistir a un paciente que sufre un infarto.
En la filmación, que tiene una duración de tres minutos, se muestra las imágenes tomadas por la cámara 16 del circuito cerrado y se observa el momento en el que Lerdo de Tejada ingresa al Hospital Regional Adolfo López Mateos —perteneciente al propio ISSSTE— por un pasillo que no es el del área de urgencias.
Funcionarios del ISSSTE identificaron en el video al titular de la dependencia y a cuatro personas que lo acompañaban, entre ellos un familiar.
En las imágenes (que inician, de acuerdo con el registro de la cámara, a las 10:15:46) se observa a tres paramédicos en aparente calma, uno de los cuales le da masaje en el corazón al funcionario.
Sin embargo, en contra de todo protocolo en los casos en que se atiende a un paciente con infarto, se interrumpe la asistencia porque se avería una de las llantas de la camilla.
En ese instante, el paramédico que le masajeaba el corazón lo deja para ayudar a sus compañeros a reparar la rueda. El tiempo sigue, se pierden 23 segundos, sin que los paramédicos asistan al paciente, tiempo vital para un corazón que sufre un infarto, de acuerdo con cardiólogos expertos. Más aún si el paciente todavía no es atendido con un desfibrilador, como parece ser que fue el caso de Lerdo de Tejada.
