Era cuestión de tiempo para que los resignados aficionados de la “estrella solitaria” conocieran el anuncio oficial, pues la víspera, durante un Día de Gracias para el olvido, no sólo sufrieron su octavo descalabro de la campaña, sino que palparon la frustración de Antonio Ramiro Romo cuando abandonó el emparrillado |
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