Con el beisbol en la sangre, seis temporadas de experiencia en las Ligas Mayores y el deseo de participar en la postemporada con el equipo campeón, el pitcher extranjero Josh Roenicke está listo para asumir el reto como abridor en la rotación de los Pericos de Puebla.

Roenicke lanzó 190 desafíos entre 2008 y 2013 para Cincinnati, Toronto, Colorado y Minnesota, compilando marca de ocho ganados, tres perdidos y 4.17 en carreras limpias admitidas. A partir de 2014 se convirtió en abridor y el último verano lo trabajó con las sucursales de los Angels de Los Ángeles. Hace un par de semanas recibió la invitación de la novena verde, y está contento de volver a los diamantes.

“Estar de regreso en el terreno es divertido y más con los campeones así que obviamente hay grandes expectativas”, admitió el espigado derecho de 34 años de edad. “Se está creando una rivalidad con Monclova. Queremos ganar la división (Zona Sur), entrar a postemporada  y verlos a ellos en la final”.

Su papá Gary completó 12 temporadas en Grandes Ligas –la mayoría con Orioles en Baltimore donde nació Josh- en los que conectó 121 cuadrangulares. Su tío Ron también se estableció en las Mayores con ocho campañas antes de convertirse en manager de los Milwaukee Brewers  de 2011 a 2015 y se mantiene vigente como coach. Sus dos hermanos jugaron pelota profesional e incluso su cuñado Ian Desmond va por su noveno año en el mejor beisbol del mundo.

“Es emocionante con toda la retroalimentación que obtienes y aprendiendo sobre el camino desde una temprana edad”, apuntó el serpentinero sobre la omnipresencia del rey de los deportes en su familia.

El hecho de alcanzar las Ligas Mayores , la oportunidad de lanzar en todos los parques y el inolvidable debut que tuvo en Arizona, a donde acudieron su novia, amigos y familiares, son los recuerdos que atesora. Pero, después de ser un sólido relevista, ahora está listo para iniciar un nuevo reto como abridor.

“Yo era un pitcher de un inning y solamente tiraba duro, en las 90s (millas por hora) pero,  ahora que soy más grande y voy a abrir, debo reservarme”, explicó Roenicke. “Sí, ayuda tener una recta de 94, pero como abridor no es tan importante, ahí está el comando. Tengo un cutter, mezcla cutter-slider, con cambio y curva. Sé que con la altura es difícil para los pitcheos rompientes pero tienes que mantener la pelota abajo”, concluyó.