MeritoCraciaBlanca informa que la corona está en juego. El Real Madrid regresa al Bernabéu para luchar por lo suyo. El Nápoles, por su parte, llega a tierra española para intentar conquistar el Bernabéu y regresar a San Paolo con un boleto a cuartos que simbolizaría el oro para los italianos. Será un duelo de titanes con dos equipos que juegan muy bien al fútbol y que tienen mucha historia, cada uno por su lado. La noche es para llegar de gala y disfrutar. Solo la Champions es capaz de otorgarnos semejante encuentro.
Dos meses y 7 días han pasado desde el último encuentro del Real Madrid en Champions con el Bernabéu de escenario. Aquella noche, el Borussia Dortmund amargó al conjunto blanco con un empate que les dejó segundos en fase de grupos. Ahora es el Nápoles el que amenaza y no es para menos, el conjunto del entrenador italiano, Maurizio Sarri, viene desplegando un vistoso juego y derrocha calidad en todas sus líneas. Callejón, Mertens, Hamsik, Insigne y Arkadiusz Milik quieren vengar a Maradona y superar la etapa de octavos de final en la competición europea.
Hace 30 años, el argentino se quedó sin poder cruzar las puertas de la gloria cuando el Real Madrid le amargara la fiesta en la Copa de Europa de 1987-1988. 2-0 en la ida a favor de los merengues y un empate en San Paolo dejaron fuera al Nápoles del “Pelusa.” Muchas son las historias que conocemos del argentino Armando Maradona. Tan alucinados hemos quedado algunos al ver vídeos de su potencial que en algún momento hemos deseado haber tenido la oportunidad de presenciarle jugar en vivo y a todo color. Incluso Modric ha asegurado en tono de broma y con risas la “bendición” que significa el hecho que Maradona no juegue más.
Lo cierto es que el no contar con alguien como el ex-jugador argentino no es ningún problema para una escuadra italiana que cuenta con un bloque defensivo sólido y con un ataque que supone mucho peligro para sus rivales. La afición además, es un factor determinante, pues se asegura que son varios los ‘tifosi’ que han viajado hasta la capital española para dejarse la voz por su equipo y empezar a dar muestras de lo que será visitar San Paolo para el Real Madrid.
Zidane no quiere sorpresas y por lo tanto, se espera que saque a escena el mejor 11 disponible para enfrentar a los italianos y facilitar las cosas para la vuelta. Salvo Bale, la plantilla está completa y el entrenador francés podrá contar con todos para el tramo final de la temporada. Consciente de las dificultades que puedan presentarse, el galo ha querido disipar un poco la euforia que significaría para la afición el ganar dos Champions seguidas. Además, no considera el de mañana un “final” pero si un partido importante en el que tendrán que concentrase demasiado y salir a por todas si quieren sacar un resultado positivo.
El Real Madrid tiene una nueva cita con la historia, pero tendrá que ir poco a poco y pensar un día a la vez. Mañana, el Nápoles. Ningún equipo es fácil y el conjunto italiano no será la excepción. Ellos, al igual que el Madrid, también tienen ese deseo por hacer historia y tener la última palabra. Sería buen momento de dejar de lado la molestia particular hacía uno o más jugadores y que afición y jugadores sean uno solo. El Bernabéu pondrá la primera carta sobre la mesa. Mañana, queda por ver quien tiene mejor “mano” y es capaz de llevarse la primera partida.