ESPN informa que su relación con el mundo del deporte es añeja, bien conocida y ha provocado, en distintos momentos, todo tipo de reacciones. Su amistad con el controvertido Mike Tyson, quien apoyó su campaña presidencial, la posesión de 17 campos de golf alrededor del mundo, su gusto por los Yankees de Nueva York y su intención de comprar a los Buffalo Bills, son sólo algunos de los highlights que unen a Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, con el deporte.
En la historia más reciente, la de los meses de campaña como candidato republicano a la silla presidencial de uno de los países más poderosos del orbe, Trump provocó molestia entre distintos deportistas que se negaron a hospedarse en las sedes de su cadena hotelera, inconformes por las declaraciones y promesas de campaña del magnate estadounidense. El beisbolista tijuanense Adrián González fue uno de ellos, en una visita de Los Dodgers de Los Ángeles a Chicago.
“Recuerden mis palabras, habrá jugadores que declinen la oportunidad de visitar la Casa Blanca bajo su mandato”, le declaró a ESPN, el ex estrella de la NBA, Jalen Rose, quien fue secundado por LeBron James en la visita que los campeones de la NBA, Cleveland Cavaliers, hicieron al presidente Barack Obama, y en la que ‘The King’ dijo que no sabía cuándo podría regresar con Trump en ese despacho.
James y varios jugadores de los Cavs se negaron a permanecer en un hotel de Trump durante un viaje a Nueva York.
El magnate ha sido promotor y empresario de varios deportes, como el boxeo y la lucha libre. Getty Images
Los tuits y declaraciones de Trump por las protestas del quarterback de los San Francisco 49ers, Colin Kaepernick, durante el himno nacional previo a los juegos de futbol americano, y las reacciones del jugador, acapararon titulares deportivos y despertaron reacciones de apoyo y condena, en distintos ámbitos, ajenos a los emparrillados.
En su faceta más amable dentro del deporte, el presidente electo de Estados Unidos ha practicado beisbol, basquetbol, futbol americano, futbol soccer, boliche e incluso lucha libre. Además de los campos de golf que posee, ha incursionado como promotor de boxeo, organizando peleas de títulos mundiales, y es integrante del Salón de la Fama de la WWE por la promoción y contribuciones que ha hecho para la lucha profesional. En alguna ocasión apostó incluso la cabellera contra Vince McMahon, presidente de la compañía de lucha, en ‘La Batalla de los Billonarios’.
Fue dueño de los New Jersey Generals, de la Liga de Futbol Americano de Estados Unidos (USFL), circuito que quebró después de la temporada de 1985, situación de la que se culpó al magnate. En 2014, Donald Trump hizo un intento por volver al futbol americano y pujó por adquirir a los Buffalo Bills, pero el dueño de los Sabres, Terry Pegula, se quedó con la franquicia por mil 400 millones de dólares.
En medio de las gestiones que realizó para comprar la franquicia de la NFL, Trump hizo los primeros comentarios sobre sus intenciones de buscar una candidatura para las pasadas elecciones presidenciales en Estados Unidos. La idea se cristalizó, para muchos de manera sorpresiva, y el controvertido magnate tomará posesión de la Oficina Oval el próximo 20 de enero.
¿Cómo se espera que sea su relación con el deporte de Estados Unidos?
Todo indica que será un presidente ciento por ciento preocupado por los deportes e incluyente.
En los últimos días de 2016, Donald Trump designó al empresario Vincent Viola, graduado de la academia militar de West Point y dueño del equipo profesional de hockey sobre hielo, Florida Panthers, como secretario del Ejército.
En la semana que está por concluir, Trump se reunió con el Comisionado de la Grandes Ligas, Rob Manfred. El beisbol es uno de los deportes más populares en el país y, Donald Trump, uno de sus más grandes fanáticos. La reunión de 45 minutos en la torre Trump, “fue un muy buen encuentro”, de acuerdo con un correo enviado después por Manfred. Será interesante ver si, ya en funciones como presidente de Estados Unidos, Trump continúa asistiendo como invitado regular al palco de los Yankees o a las ceremonias de lanzamiento de primeras bolas.
Se sabe también que durante la gestión de Donald Trump, Estados Unidos buscará las candidaturas para albergar los Juegos Olímpicos de 2024 y la Copa del Mundo de futbol. El poderoso empresario habló ya con Eric Garcetti, alcalde de la ciudad de los Los Ángeles, y con Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional. A ambos los invitó ya a visitar la Casa Blanca, una vez que tome posesión, de acuerdo con un reporte del Washington Post.
Sunil Gulati, titular de la Federación de Futbol de Estados Unidos, declaró en su momento que trabajaría con quien estuviera en la Casa Blanca para recibir la Copa del Mundo de 2026.
El golf, el tenis, el deporte universitario, todos son del gusto del presidente electo de Estados Unidos. Durante su campaña presidencial, Bobby Knight, ícono entre los entrenadores del basquetbol colegial expresó su abierto apoyo a Trump. Knight dijo que Trump será uno de los mejores cuatro presidentes que ha tenido el país.
Figuras de la NFL como el quarterback Tom Brady o el entrenador Bill Bellichick, Eric Wood y Richie Incognito, o el mismo ex entrenador en jefe de los Buffalo Bills, Rex Ryan, quien abrió uno de sus mitines de campaña; estrellas de la NBA como Dennis Rodman, Spencer Hawes y Kris Humphries, o la leyenda del golf Jack Nicklaus, apoyaron las intenciones presidenciales de Donald Trump y ahora serán testigos de cómo un amigo cercano arriba a la Casa Blanca para trabajar desde su óptica a favor del deporte en Estados Unidos.