TDN informa que la marquesina que anuncia el partido entre México y Panamá de este martes 11 de octubre, en las afueras del Toyota Park de Chicago, Estados Unidos reza que se trata de un cotejo amistoso, pero el compromiso bien podría definirse como un anticipo de lo que se verá en apenas unas semanas, cuando haya puntos en disputa rumbo a la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018.
El Tri y los Canaleros se verán las caras antes de que inicien la última fase de las eliminatorias rumbo a la justa mundialista. No solamente se trata de marcar el territorio y lanzarse miradas amenazadoras, sino que también se trata de un encuentro con mucha historia reciente a cuestas.
Desde la Copa Oro 2015, Panamá busca a toda costa revancha frente al conjunto mexicano que avanzó a la Final de la justa después de un sufrido, apoteósico y polémico encuentro que se definió en tiempos extra en favor de los entonces dirigidos por Miguel Herrera. Meses después, bajo las órdenes ya de Ricardo Ferretti, el Tri repitió la dosis en Toluca en un encuentro amistoso.
Pero no todo tiene sabor tricolor. Los centroamericanos le tomaron la medida a México previamente en la Copa Oro 2013, donde Panamá se dio el lujo de vencer en dos ocasiones a los mexicanos. Sí, hay demasiadas cosas pendientes para el cotejo de este martes, más allá de que se trate de un juego de preparación.
Los dirigidos por Juan Carlos Osorio vienen de vencer 2-1 a Nueva Zelanda en Nashville. El estratega colombiano propuso un parado que hizo recordar al que ofreció en sus primeros pasos en la Copa América Centenario, aunque con un funcionamiento repleto de altibajos frente a una aguerrida escuadra oceánica que por momentos parecía practicar el Haka, el conocido ritual usado por sus compatriotas del rugby para intimidar a sus rivales.
A las ya conocidas bajas de Oswaldo Alanís y Jonathan Dos Santos, se agrega ahora la de Marco Fabián, uno de los anotadores ante Nueva Zelanda y que regresó a la concentración del Eintracht Frankfurt. La incógnita será principalmente si Osorio optará por rotación de jugadores (la lupa enfoca cada vez más en elementos como Rodolfo Cota o Luis Robles) o incluso de parado. Lo cierto es que el Tri jugará en Chicago con un equipo con muchos jugadores que, seguramente, no estarán en el inicio del Hexagonal.
Y respecto a la cantidad de titulares, Panamá optó por una estrategia similar para enfrentar a México, aunque un poco más conservadora. El estratega Hernán Darío Gómez quiso reservar algunas armas para el compromiso de noviembre y convocó a jugadores de experiencia, pero que por diversas razones, no fueron requeridos en los últimos llamados del “Bolillo” como Ricardo Clarke y Rolando Blackburn.
Destaca el primer llamado de Tony Taylor, atacante del New York City de la MLS y que ha cumplido con una temporada sobresaliente en un conjunto plagado de estrellas, razón suficiente para llamar la atención del estratega canalero. Cabe resaltar que este compromiso es el único que Panamá agendó para esta Fecha FIFA.
Cuentas pendientes, sí; amenaza mutua, también. México y Panamá darán en Chicago un anticipo de lo que vendrá el próximo 15 de noviembre en el Estadio Rommel Fernández, cuando además de todo lo que hay de por medio, se otorguen ya puntos rumbo a Rusia 2018.