El País informa que la selección mexicana sufrió para remontar y vencer 1-3 a El Salvador en su estadio, el Cuscatlán, en lo que fue uno de los dos últimos partidos para México en la primera fase de las eliminatorias mundialistas de la Concacaf. El escenario fue hostil para el tricolor, que entonó su himno nacional entre abucheos de los locales. Los salvadoreños se fueron arriba en el marcador con un penal cobrado por Alexander Larín, el cual dejó plantado al guardameta Guillermo Ochoa. Sin embargo, tras un ajuste táctico del entrenador Juan Carlos Osorio, los mexicanos se volcaron al ataque con goles de Moreno, Jiménez y el debutante Sepúlveda.
Juan Carlos Osorio le concedió su confianza a Memo Ochoa, quien en la pasada fecha de la liga española recibió cinco goles de Las Palmas. Ochoa también fue el titular en la tarde de pesadilla en Santa Clara, California con el 7-0 recibido contra Chile. En un primer remate del salvadoreño Óscar Cerén, el portero mexicano no tuvo problema para tomar el balón con seguridad. Hasta que sus compañeros en la defensa lo dejaban mal parado.
El equipo mexicano intentó salir de su propio territorio con la agilidad de un Javier Aquino, afecto a canjear patadas por tiros libres a favor de los suyos. Así lo hizo cuando recibió una fuerte entrada del salvadoreño Bryan Tamascas, en los primeros minutos, y luego otra más de Roberto Carlos Domínguez. El mexicano Miguel Layún cobró las faltas, pero lejos de encontrar un remate certero. Los mexicanos se ensuciaron el uniforme, sin conseguir hilvanar una serie de pases efectivos.
El estadio Cuscatlán, un escenario hostil para los mexicanos durante las eliminatorias mundialistas, se estremeció. Al minuto 24, el defensor Jorge Torres Nilo intentó despejar un centro con el brazo izquierdo, cual voleibolista. El árbitro señaló el penalti, Alexander Larín pidió cobrarlo. Dio algunos pasos cortos para tener seguridad en sí. Y su cobro engañó al guardameta Ochoa con un disparo a lo Panenka que lo hizo parecer un novato.
El Salvador, con un juego rústico y simple, logró hacerse del balón con un bajo porcentaje de posesión. El tri intentó reponerse, pero Andrés Guardado y Héctor Herrera no podían darle tranquilidad al juego atrabancado de sus compañeros. Pero había un chico de 25 años que peleaba por cada balón, Ángel Sepúlveda quien tuvo una recompensa, ya en el segundo tiempo, tras los golpes que se llevó.
Osorio notó que Torres Nilo no podía superar su error y le sustituyó por un medio como Jesús Dueñas. A partir de ahí, el rostro del equipo mexicano volvió a tener color. Fue al minuto 51 cuando, en un tiro libre, un balón le llegó a Héctor Moreno para que colocara el pie y empatara el partido. El suspenso se apoderó del Cuscatlán y se agravó seis minutos más tarde. Héctor Herrera colgó un centro al área para que Sepúlveda marcara su primer gol como seleccionado nacional en su estreno. El festejo fue desmedido con una pirueta, a lo saltamontes.
El propio Sepúlveda tuvo la oportunidad de conseguir otro tanto más, pero la premura por festejar se lo impidió. A los salvadoreños se les fue de las manos un partido que podía catapultarlos a continuar su lucha por un boleto a una Copa Mundial. Pero, el lateral Bryan Tamacas provocó un penal. Raúl Jiménez se apresuró para cobrarlo, por encima de Andrés Guardado. El delantero mexicano, especialista en esos tiros, marcó el 1-3 final.
México solventó los últimos minutos con el balón lejos de su portería y con unos salvadoreños desprotegidos: su gente abandonó el estadio antes de que terminara el encuentro. La derrota los aleja de cualquier posibilidad de clasificar a la segunda ronda de las eliminatorias mundialistas. Al equipo de Osorio le resta cerrar su participación contra Honduras el próximo martes en el Azteca, en donde esperan no complicarse la noche.