Terra dio a conocer que Rusia y Eslovaquia se enfrentarán en Lille con el trasfondo de todos los incidentes que protagonizaron los hinchas violentos del conjunto de Leonid Slutski, que, junto a los aficionados ingleses, han marcado el paso de un grupo, el B, en el que apenas se ha hablado de fútbol.
La esperanza de los seguidores tranquilos es espantar todo tipo de violencia para disfrutar de un torneo empañado por todo tipo de actos ajenos a la práctica del deporte. Y, en casi todos, están implicados una parte de hinchas rusos e ingleses que avergonzaron su partido inaugural en Marsella con graves incidentes antes y durante el duelo que empataron 1-1.
El tanto en el último suspiro de Berezutski que dio un punto muy importante a Rusia quedó empañado por toda la violencia que rodeó al choque. Posteriormente, la UEFA expedientó a Rusia y la federación inglesa expresó su preocupación este lunes por la cercanía geográfica entre el Inglaterra-Gales y el Rusia-Eslovaquia.
El primer choque se disputará en Lens y el segundo el Lille separados por solo 40 kilómetros de distancia. Hay temor a que se repitan los incidentes y, de nuevo, en los encuentros disputados por Rusia en Inglaterra, se habla más de otros asuntos que de fútbol.
Pero al final, el partido se disputará y Rusia, tras el punto que agarró en el último instante, intentará lograr una victoria para dar un paso y medio hacia los octavos de final. El equipo de Slutski no deja atrás una fase de grupos desde 2008 y está ansioso por lograrlo.
Para conseguirlo, el técnico ruso podría repetir alineación y la presencia de Glushakov, que por lesión ya se perdió el partido ante Inglaterra, sigue en el aire. Sin embargo, Slutski quedó muy satisfecho del trabajo que hicieron sus hombres y es probable que siga confiando en los mismos jugadores.
Enfrente se encontrará a un equipo necesitado. La derrota de Eslovaquia frente a Gales 2-1 con un gol de Robson Kanu en el minuto 81, ha hecho saltar las alarmas en un equipo que sueña con repetir el éxito del Mundial de Sudáfrica, en el que llegaron a los octavos de final después de ganar 2-3 a Italia en el último partido de la fase de grupos.
Los eslovacos, lejos de deprimirse, están confiados de sus posibilidades. Son conscientes de que no hicieron un mal partido ante Gales e incluso algún jugador como Robert Mak declaró que el resultado fue injusto por las ocasiones de las que dispuso su equipo.
El técnico Ján Kozak tendrá a todos sus jugadores disponibles con la duda de Tomas Hubocan. El lateral izquierdo titular de Eslovaquia se quedó fuera del primer partido por problemas musculares y de nuevo es duda para el vital choque de Eslovaquia frente a Rusia, en el que el fútbol intentará tener más protagonismo que la violencia.