El Tiempo dio a conocer que si el primer partido de Colombia en la Copa América Centenario fue el de entusiasmarse, el de arrancar con paso firme y optimista, el segundo, este de este martes contra Paraguay, es el encuentro para asegurar la clasificación a los cuartos de final. Un nuevo triunfo y la Selección cumplirá el primer objetivo, y anticipadamente. No hay por qué darle largas a ese deseo. Colombia, que seguramente no tendrá a James Rodríguez, deberá salir, en su ausencia, pensando en ganar para clasificar.

Haber vencido a Estados Unidos en el debut, el pasado viernes, fue un triunfo motivador. El equipo colombiano, sin haber jugado su mejor partido, sí dio muestras de superioridad frente a ese rival, que es el anfitrión. Quedó con esa satisfacción del buen comienzo. Pero eso ya es pasado. Lo de este martes es diferente, significa enfrentar a un equipo con otro estilo de juego, uno más batallador. Será una segunda y muy dura prueba para Colombia.

Así lo cree Sebastián Pérez, uno de los volantes de recuperación de Colombia y quien se mentaliza en librar un partido muy exigente frente a los feroces jugadores paraguayos. Dice que sus compañeros están preparados para contrarrestar las adversidades que plantea este oponente.

“Nosotros nos hemos caracterizado por intentar hacer buen fútbol, tenemos jugadores para eso. Y Paraguay se caracteriza por el roce, por el juego físico, van bien con las pelotas detenidas, con el juego aéreo, que creo es el más fuerte de Suramérica. Hay que tener eso en cuenta y tener el balón, crear espacios porque ellos dan pocos. Y aprovechar las oportunidades que tengamos, porque en la Copa América estas son pocas”, dice Pérez, con su rostro recio, como para que los paraguayos sepan que en Colombia no hay temores.

Sin embargo, ese estilo aguerrido de los guaraníes debe generar preocupaciones, sobre todo por el juego aéreo, que hasta el momento ha sido la gran debilidad (como en el reciente amistoso contra Haití y en el comienzo de la Copa América), un arma que el rival de hoy conoce de memoria, porque es su rasgo histórico, su identidad.

“No sabemos cómo se van a plantear –reconoce Edwin Cardona–, pero sabemos que Paraguay sale siempre a lo mismo, a correr, meter, a sus ganas y deseos de hacer ese juego que les gusta. Tenemos que contrarrestar eso con el juego de nosotros”.

Paraguay ha cambiado

Más allá de esas características paraguayas tan conocidas, en Colombia el cuerpo técnico analiza que ese fútbol ha tenido una especie de mutación, de acuerdo con su renovación. Ahora, dirigido por el argentino Ramón Díaz, es un equipo que a su esencia le imprimió otras armas para hacer daño.

“El gen paraguayo lo siguen teniendo –explica el asistente técnico de Pékerman, Néstor Lorenzo–, con su agresividad en el juego aéreo, las pelotas divididas y en las transiciones rápidas. Lo que pasa es que aparecieron jugadores jóvenes con otras características y eso obligó al técnico a cambiar un poquito la disposición de ataque. Hay jugadores talentosos como Gonzáles, Lezcano, Romero, Almirón, que hacen que hayan optado por un juego más vertical y dinámico, de proponer el mano a mano en las bandas y no terminar con centros, como cuando tenía delanteros grandotes de área que complicaban por esas jugadas”.

El diagnóstico que hace Néstor Lorenzo es preciso. Colombia enfrentará a un rival que atraviesa un proceso de recambio luego de una eliminatoria a Brasil nefasta, que lo dejó afuera del Mundial. Paraguay tiene hoy la ambición de volver a ser protagonista en el continente, con esta nueva generación.

Con James o sin James

Lo más seguro es que hoy Colombia no pueda tener a su gran símbolo del momento, James Rodríguez, afectado por una lesión en el hombro izquierdo (hasta anoche seguía siendo un misterio la realidad y el alcance de la lesión, que al parecer se trataba de una luxación). Quizá James tendrá que esperar, reposar, recuperarse bien para estar más adelante, para no tener consecuencias en su hombro. Entonces, su ausencia pesaría mucho, sin duda, pero la ventaja de Colombia es que tiene guerreros en el equipo para cubrir ese vacío, para disimularlo, para hacer que no se sienta tanto.

Puede ser Cardona quien asuma esa posición de armador, de guía. Él mismo anunció, con total convencimiento, que está listo para jugar en el puesto de James, si le toca. “La responsabilidad es para todos; sabemos lo que significa él para nosotros, pero estamos preparados, y si me toca jugar en esa posición, lo haré en beneficio de mi equipo”, aseguró el domingo.

Cardona, jugador que se ha convertido en pieza clave de la Selección y que en el partido contra Estados Unidos tuvo un brillante segundo tiempo, justo cuando apareció por el centro del campo, podría este martes asumir esas riendas, ese rol protagónico; al fin y al cabo tiene talento y capacidad para generar juego.

Colombia se enfrenta hoy no solo a Paraguay, sino a ese gran desafío consigo misma: demostrarse que puede funcionar sin James, como otras veces lo ha hecho (contra Perú, por ejemplo, en el inicio de la eliminatoria, con triunfo 2-0).

Se trata de un partido clave porque con el triunfo en el debut, y con el empate entre Paraguay y Costa Rica, quedó con la ventaja, como líder único del grupo A. Una situación que disminuye la presión para hoy. Sin embargo, hay que ganar, con Jame so sin James.

“Estamos tranquilos, concentrados. Venimos a la Copa con la idea de ir partido a partido. Pensamos ahora solo en Paraguay, nos preparamos para tratar de ganarlo”, dijo el volante Carlos Sánchez, quien aunque no fue titular en el debut, es una alternativa de experiencia y de fortaleza para este tipo de partidos.

Si Colombia gana este martes no solo clasificará, sino que llegará al partido del sábado contra Costa Rica sin necesidades ni angustias. Entonces James no tendría que ser expuesto innecesariamente en ese partido. Por todo eso, por James y por Colombia, hay que asegurar este martes la clasificación.