Excélsior informa que la mejor defensa de Europa pudo más que la máquina de hacer goles de Alemania. Una genialidad de Saúl Ñíguez, las atajadas de Jan Oblak y la presión constante de una zaga incansable fueron suficientes para dar al Atlético de Madrid un triunfo de 1-0 sobre Bayern Múnich en el partido de ida por las semifinales de la Liga de Campeones.
"Estaba conduciendo el balón, vi que me había ido de dos rivales, y cuando estaba en el área pensé ponerla en la pierna buena, porque estaba en la izquierda y colocarla. Es el gol más importante de mi carrera, seguro, y el más bonito también puede ser", explicó Saúl tras el partido.
Saúl recibió el balón cerca del círculo central y dejó en el camino a cuatro jugadores de Bayern, antes de vencer al portero Manuel Neuer con un disparo al segundo poste a los 11 minutos.
A partir de entonces, el equipo de Diego Simeone apretó los dientes y aguantó la embestida del conjunto alemán, que estrelló un balón en los postes en el segundo tiempo.
Oblak realizó varias atajadas sobresalientes, incluyendo un misil del chileno Arturo Vidal, para mantener el arco rojiblanco invicto de cara al partido de vuelta la próxima semana en Múnich.
Fernando Torres también tuvo una oportunidad para aumentar la ventaja del Atlético en los minutos finales, pero su remate se estrelló en un poste.
Bayern llegó al partido como el equipo más goleador de esta Champions, con 28 goles en sus 10 partidos anteriores, pero fue dejado en blanco apenas por segunda vez en este torneo. Además, sufrió su primer revés desde que cayó 2-0 ante Arsenal en la tercera fecha de la fase de grupos.
Simeone no contó con el lesionado central uruguayo Diego Godín, el motor de una defensa que ha permitido solo cinco tantos en la Champions, pero el resto del plantel no desentonó frente a un rival que busca un triplete en la última campaña de Pep Guardiola al mando.
El Atlético también persigue al Barcelona en la liga española, donde tiene los mismos puntos que el puntero azulgrana, aunque con peor balance goleador.