Infobae dio a conocer que el resbalón de Stephen Curry el domingo por la noche en el encuentro entre Golden State y Houston finalmente es más que un simple golpe.
Tras los estudios que le realizaron luego del partido en que los Warriors aplastaron a los Rockets por 121 a 94, se conoció que el base padece un esguince de primer grado en el ligamento cruzado medial de la rodilla derecha.
Esto provoca que la estrella de la NBA deba ausentarse por al menos cuatro semanas de las canchas, lo que significa que no podrá disputar el resto de los partidos de la serie ante Houston, ni tampoco los primeros de la siguiente llave de los Playoff.
La serie está 3 a 1 en favor de los actuales campeones, que deberán conseguir un triunfo más si quieren pasar a la siguiente fase, en donde se enfrentarán al ganador del cruce entre Los Ángeles Clippers y Portland Trail Blazers.