TDN dio a conocer que el Torneo Clausura 2016 entra ya en su recta final; con solo 12 puntos más en disputa, la hora de la verdad se acerca para todos sus participantes, que se ven obligados a pisar a fondo el acelerador con el fin de poder lograr sus objetivos.
Bajo el cobijo de la jornada 14 de este certamen, León le abre las puertas del Nou Camp al Puebla, en duelo en el que el primero tiene la intención de asegurar cuanto antes su lugar en la Liguilla, mientras que el segundo desea salir, a toda costa, de una etapa grisácea.
Los Esmeraldas son cuartos de la clasificación, con 22 puntos, tras quebrar una tendencia de dos caídas consecutivas al vencer en Ciudad Universitaria a Pumas, al son de dos goles a uno. Por su parte, los Camoteros ocupan el peldaño 12, con 15 unidades, luego de caer en su patio, 3-0, ante las revitalizadas Chivas Rayadas.
La misión para León es mantener una continuidad en su recolección de puntos para lograr pronto las dos victorias que le asegurarían, prácticamente, su presencia en la Fiesta Grande del futbol mexicano. Para Puebla, la zona de Liguilla está a tres puntos, es decir a la mano. Sin embargo, para pensar en ella primero tiene que quebrar su racha de seis juegos sin ganar, los dos últimos de ellos con derrota incluida.
De hecho, la preocupación principal para los Panzas Verdes de Tena no es si estáran en la fase decisiva del Clausura 2016, pues seis equipos tendrían que superar la barrera de 22 puntos para que eso sucediese; la cuestión medular es recuperar cuanto antes una esencia futbolística.
Y es que con el 'Flaco' en el banquillo, los Esmeraldas han perdido potencial en casa, condición con la que podían sostener sus constantes resbalones en calidad de visitante y su inquietante fragilidad defensiva. Para muestra está el hecho de que tres de sus cinco derrotas han sido en el Nou Camp. Los del Bajío necesitan afianzarse para aspirar a ser contendientes serios por el título.
Mientras que Puebla puede sentirse ligeramente en paz, pues ha quedado librado, por este torneo, del descenso. No obstante, del equipo revelación del torneo pasado, que incluso se metió a la Liguilla, queda poco, muy poco. La indisciplina y un bajón de nivel colectivo tiene aletargado al equipo de Pablo Marini.
Una vez rozado un buen techo futbolístico, alejarse del mismo siempre causará molestia. Es ahí en donde Puebla debe trabajar para ajustar su sistema y recobrar la memoria, pues la Liguilla no está a la vuelta, cierto, pero tampoco está en otra galaxia.