Infobae dio a conocer que si algo caracteriza la vida de Lionel Messi, además del talento puro, sin duda eso son los récords. Al parecer ha venido al mundo a establecer nuevas plusmarcas que difícilmente sean batidas en mucho tiempo como el de ser el máximo goleador en la historia del Barcelona, el máximo en todos los tiempos de la Liga de España, el que más hizo en los clásicos ante Real Madrid y tantos más.
Todos son brillantes, todos asombran y en general son tapa pero ayer La Pulga estableció una marca impensada porque, esta vez, habla del que acaso es su mayor déficit: con su penal fallado ante Getafe se convirtió en el jugador del Barça que más tiros de esa modalidad falló en el club catalán en el marco del torneo doméstico.
Acumula un total de 8 penales fallados en la Liga desde su debut, el 16 de octubre de 2004. Con el que falló ayer superó la negativa marca que hasta entonces le pertenecía en partes iguales a Samuel Eto'o y Cesar, ambos con 7.
El primer tiro desde los 12 pasos que erró el rosarino en la Liga de España fue en abril de 2009 cuando ante la ausencia de Eto'o se hizo cargo del disparo que ejecutó a la derecha del ya ex arquero del Recreativo de Huelva Asier Riesgo, quien adivinó su intención y contuvo el remate sin dar rebote.
Pero no era ese el primer penal fallado de Lio, sino que aquella cuenta se inició el 31 de enero de 2008 ante el Villarreal en una ocasión especial porque Ronaldinho, entonces encargado de la materia, le dejó la oportunidad a Messi de rematar. Éste eligió, como ante Recreativo, la derecha del arquero del Submarino Amarillo, quien también impidió que aquel remate fuese a la red.
Con el de ayer ante Getafe, Lionel Messi lleva un total de 83 penales pateados en su carrera contabilizando los del Barcelona y la Selección (ndr: con la albiceleste falló 2 en amistosos ante Alemania y Brasil en 2012 y 2014, respectivamente), incluyendo además los de las tandas de eliminación, y el porcentaje de fallos es de 22% (19 en total), bastante para un jugador de su clase que sin embargo no se amedrenta cuando el Barcelona cuenta con una pena máxima.