Antena 3 informa que duro rival visitaba el Camp Nou, y dura fue la prueba que tuvo que superar el Barça. Los azulgranas sudaron lo suyo ante un buen Sevilla que se fue sin un premio quizá merecido de la cancha azulgrana en gran parte porque Messi es mucho Messi. Los azulgranas tuvieron que remontar el gol inicial de Vitolo y lo hicieron gracias al argentino, que anotó un golazo de falta, y a otra diana de Piqué. Tres puntos más, la Liga casi en el bolsillo y el Atlético como máximo rival a ocho puntos con el 'golaverage' además ganado.
Sí, ante eso, ante tanta ventaja de puntos y ante un Real Madrid que necesita una urgente transformación, lo más fácil es dejarse llevar. Lo más difícil es no dejar que la cabeza se marche y mantener las piernas fuertes, la intensidad. Mantener la idea competitiva desde el comienzo hasta el final. Más sencillo parece si enfrente tienes al Sevilla, un rival digno de los que no se rinden y de los que exigen el máximo en cada partido.
Tanto exigen que comenzaron ganando. Que ante un Barça algo gris, con un Arda que aún no se entera de qué va la película, fueron los primeros que perforaron las redes del Camp Nou. Fue Vitolo el que logró la diana, una diana merecida viendo el trabajo y la intensidad que estaban plasmando sobre el césped los pupilos de Emery. Eran mejores, pero ser mejor ante el Barcelona a veces, muchas veces, no es suficiente para ganar.
Messi, otra vez Messi
Porque cuando parecían estar más incómodos en el verde barcelonés volvió a aparecer Messi. Sólo le hizo falta golpear una vez el cuero, pues el tanto llegó a balón parado. No era su perfil, pero ni falta que hacía. Con su zurda, puso el cuero en la red de Sergio Rico.Un paso dio el arquero del Sevilla. Un paso de más. Un paso que pudo haber supuesto la diferencia de un paradón y de la estatua que se marcó para ver en primera fila el nuevo tanto del 10 a pelota parada.
Duro golpe para un buen Sevilla, tan duro como el segundo gol. Nada más salir de vestuarios llegó el tanto de Piqué para sellar la remontada, pues no se movería más el marcador. No fue porque no lo intentaran los de Emery, que pusieron todo lo que tenían en el campo para buscar la igualada. La quizá justa igualada, pues los de Luis Enrique no cerraron nuca el envite, a pesar de tener alguna ocasión, y parecían no tener del todo el duelo controlado.
El Barça acaricia la Liga
Lo que sí tienen controlado es la Liga. Misma distancia con el Atlético, más distancia con el Real Madrid y un partido menos en el calendario. Uno ante un rival duro, de los que te pueden dar un susto si no estás como tienes que estar. Vuelta perfecta la que cierra el Barça, que no ha vuelto a perder un encuentro del campeonato doméstico desde que cayera ante los hispalenses en el Pizjuán. La 24ª Liga del Barcelona está cada vez más cerca de las vitrinas del Camp Nou.