Infobae dio a conocer que la Policía registró el martes la sede de la Federación Alemana de Fútbol (DFB) por supuestos casos de evasión fiscal, según informó la fiscalía de Frankfurt, en momentos en que crecen las sospechas sobre cómo se le atribuyó el Mundial 2006.
"Estamos buscando material incriminatorio que sustente las sospechas de evasión fiscal", dijo un investigador al diario Bild. Según la revista Der Spiegel, la DFB destinó 6,7 millones de euros (7,3 millones de dólares) en pagos a la FIFA para asegurarse votos que le permitieran albergar la Copa del Mundo 2006.
Agentes de la inspección de la Hacienda germana se presentaron en el edificio, donde incautaron documentos, computradoras y discos duros. También registraron la vivienda particular del presidente de la federación, Wolfgang Niersbach, y de su antecesor en el cargo, Theo Zwanziger. La fiscalía de Frankfurt, ciudad en la que se encuentra la sede de la DFB, señaló que las investigaciones se centran en estas dos personas.
Según explicó Niersbach cuando estalló el escándalo sobre una presunta caja negra para comprar votos antes del Mundial, en una reunión en Zúrich en enero de 2002 el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, ofreció a Franz Beckenbauer, presidente del Comité Organizador del Mundial, una subvención de 250 millones de francos suizos.
La condición para recibirla era transferir previamente 10 millones de francos a la Comisión de Finanzas de la FIFA. Beckenbauer estuvo de acuerdo en asumir ese pago, aunque finalmente lo efectuó el entonces jefe de Adidas, Robert Louis-Dreyfus, fallecido en 2008.
La DFB devolvió a Louis-Dreyfus su dinero en 2005, un pago que desató las dudas sobre la existencia de esa presunta caja negra.
Blatter aseguró que nunca pidió dinero a Beckenbauer, aunque éste reconoció que cometió un "error" al no rechazar una "propuesta" que en su día le hizo la Comisión de Finanzas de la FIFA. No obstante, el Kaiser del fútbol alemán aseguró que "no se compró ningún voto para percibir" ayuda financiera.