La laguna de Guadalupe Victoria es una de las tres con las que cuenta Quecholac, que junto con la de San Luis Atexcatl y La Preciosa son centros turísticos que principalmente en Semana Santa agrupa a miles de visitantes que llegan a bañarse en sus aguas.

Pero la ubicada en la junta auxiliar de Guadalupe Victoria cuenta con más historias y leyendas por ser el lugar más habitado, pues existen algunos pobladores que afirman que este pudo haber sido el primer asentamiento de los aztecas, quienes a su paso por la zona pudieron ver el águila devorando la serpiente en el islote que emerge en el centro del agua, que tiene un diámetro aproximado de mil doscientos metros.

Según Miguel Mendoza Gómez, a quien todos en la región conocen como “El Capu”, quien vive a las orillas de este estero, en 10 años el lago ha perdido en promedio un metro de altura de agua, “imagínese si cubicamos el líquido cuánta agua es la que se ha perdido, en tan solo una década.”

Asimismo otros pobladores han dicho que hace aproximadamente unos sesenta años, llegaban hasta este lugar buzos de la ciudad de Puebla el día de la Santa Cruz para “levantarla”, es decir a poner una madero en forma de cruz en el islote que estaba bajo el agua a menos cinco metros de profundidad, aunque ahora se puede ver a simple vista.

De esa manera festejaba la población el día tres de mayo, porque después del acto religioso la gente convivía con los nadadores a quienes les compartía comida de la región.

Sin duda esta es la laguna más visitada por los mismos lugareños y por las personas que vienen de otras partes del estado y el país a observar los paisaje o a nadar en sus aguas, debido a su proximidad que conecta a Alchichica y González Ortega.

De acuerdo con la revista “México Desconocido”, los lagos cráter que existen en la región de Chalchicomula nacieron al enfriarse y contraerse el tapón de lava de la última erupción del volcán  Citlaltepetl, que permanece bajo los mantos freáticos y que por medio de filtraciones inundan el hueco.

Fuente: El Sol de Puebla