La Nación de Argentina dio a conocer la historia de un grupo de turistas que mató a una cría de delfín y que ahora recorre los medios de todo el mundo. Al parecer el deseo de tomarse una selfie con el adorable mamífero llevó a una horda de vacacionistas, en Santa Teresita, Argentina, a mantenerlo fuera del agua hasta dejarlo sin vida.
Esta especie, La Franciscana, tiene una expectativa de vida de 20 años en libertad. Según la fundación Vida Silvestre solo habita en Argentina, Brasil y Uruguay. Se calcula que en aguas argentinas la población no rebasa los 30 mil ejemplares, informó el diario La Nación.
Otro ejemplo del impacto negativo del turismo se ve en los sitios Patrimonio de la Humanidad. De acuerdo con un reportaje del portal The Guardian, las enormes rocas que conforman Stonehenge tuvieron que cercarse para prevenir el daño por el constante toqueteo de los visitantes.
El año pasado se presentaron varios casos. En Roma los habitantes se quejan de cómo los vacacionistas entran en las antiguas fuentes de la ciudad, entre ellas la de Trevi, lo que ocasiona daños en las estructuras. Muestra de ello fue la afectación a la fuente de Barcaccia, ocasionada por un grupo de alemanes ebrios.
También en Italia, un par de viajeros, que intentaban tomarse una selfie, destruyeron una antigua estatua de Hércules, en el pueblo de Cremona. Y, tal vez uno de los incidentes más nombrados fue el de una pareja de vacacionistas estadounidenses que, el año pasado, fue arrestada por tallar sus iniciales en el anfiteatro del Coliseo Romano.
Ni los famosos se libran de esta clase de comportamientos, esta semana el Parque Nacional Coconino en Arizona está investigando a la actriz Vanessa Hudgens y su novio, el actor Austin Butler, por dañar una en la zona protegida. La pareja talló sus iniciales y subió una imagen a las redes sociales.
Pero, el desconocimiento o falta de respeto a los sitios no es el único problema, la sola presencia de los paseantes puede ser un factor de cuidado. Las autoridades egipcias han declarado que la respiración de los turistas dentro de las tumbas está causando estragos en las paredes y pinturas. Las más afectadas son las de Tutankhamun, la reina Nefertiti y Seti I, por lo que analizan cerrarlas y crear réplicas para los visitantes.