Despedir al cantante de música popular Juan Gabriel implicó un gasto millonario para los mexicanos. Aún con los recortes presupuestales y los llamados a la austeridad, la Secretaría de Cultural federal a través del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), que entonces dirigía la actual secretaria María Cristina García Cepeda, gastó 6 millones 710 mil 748 pesos en el homenaje luctuoso del Divo de Juárez.

De acuerdo con información pública proporcionada a Excélsior a través del Sistema Infomex, la dependencia pagó esa cantidad solo por la producción general del evento, el suministro del templete, la sillería y las vallas perimetrales, así como la renta de equipo de iluminación, audio y video, pues la participación de todos los artistas durante los dos días de homenaje en el Palacio de Bellas Artes, se realizó de manera gratuita y no implicó ningunos honorarios.

El 25 de marzo de 2015, el subsecretario de Egresos de la Secretaría de Hacienda, Fernando Galindo, anunció en un foro el panorama que la administración pública viviría en 2016.

El funcionario dijo que la situación económica obligaba a recortar y ajustar plazas públicas: "Esto va en la línea de tener un Gobierno austero, que se apriete el cinturón", dijo.

Ese primer recorte de 132.3 mil millones de pesos, realizado en febrero del año pasado, se sumó a otro más de 31 mil 715 millones de pesos, aplicado al presupuesto en junio pasado.

Con ambos ajustes las instituciones culturales fueron las primeras afectadas; los efectos de la crisis llegaron hasta 2017 cuando el presupuesto para la cultura fue reducido un 21% con respecto al año pasado.

Los aprietos, sin embargo, no tuvieron efecto a la hora de homenajear a Juan Gabriel: El costo del espectáculo que la Secretaría de Cultura montó el 5 y 6 de septiembre de 2016, fue superior a lo que costaron otras actividades culturales.

El gasto en el homenaje luctuoso para el autor de Querida fue mayor, por ejemplo, al que implicó traer a México la exposición Yayoi Kusama. Obsesión infinita que se exhibió durante tres meses y 20 días en el Museo Tamayo. La muestra implicó una inversión de seis millones 485 mil 439 pesos y benefició a 335 mil visitantes (Excélsior 17/11/2015).

Por debajo del gasto en las honras fúnebres de Juanga, también se ubica la exposición Leonardo da Vinci y la idea de la belleza que tuvo un costo de cinco millones 26 mil 447 pesos y que logró la visita de más de 300 mil personas en un lapso de 60 días de exhibición. El costo del homenaje fue incluso más alto que el de otros eventos ya considerados onerosos, como la inauguración de la Estela de Luz, en enero de 2012, cuando el entonces Conaculta gastó tres millones 850 mil pesos o la ceremonia de aniversario de esa misma dependencia, celebrada el 17 de enero de 2014, cuando se gastaron tres millones 617 mil pesos.

JUANGA LIBRA AUSTERIDAD

Mientras María Cristina García Cepeda, actual secretaria de Cultura federal, se desempeñaba como directora del INBA, no hubo restricción en el gasto para el homenaje de Juan Gabriel. Según la información entregada a este diario, el gasto que implicó el cumplido a Juanga ascendió a cinco millones 835 mil 433 pesos sin considerar el IVA; ya con impuestos, el acto alcanzó un precio de seis millones 710 mil 748 pesos.

Ese costo sólo implicó el templete que se instaló frente al Palacio de Bellas Artes y las vallas que se colocaron en el mismo lugar y en la Alameda Central. En el documento entregado a Excélsior se especifica que el contrato incluyó el “suministro e instalación de templete y sillería en el vestí- bulo, así como vallas perimetrales en Alameda Central y explanada del Palacio de Bellas Artes”.

Otro de los conceptos incluidos es del llamado Ground support que consiste en “iluminación, audio, front fill, delay, monitores, micrófonos alámbricos e inalámbricos, misceláneos, generador de energía, transportación de equipo, personal técnico de audio, video, templete y equipo para prensa, personal staff y camerinos; así como la “Producción general del evento”, consistente en “catering, material de difusión, efectos especiales, renta de instrumentos y honorarios”.

La información deja claro que el costo del homenaje no requirió el pago de honorarios a los mariachis Mi Tierra y Gama Mil, la Orquesta Sinfónica del Estado de México y el tenor Dante Alcalá, La Sonora Santanera, los coros del Teatro de Bellas Artes y Juvenil de la ANDA, ni de los “músicos de Juan Gabriel” y un imitador del cantautor, que participaron durante los dos días de manera gratuita.

Sin embargo, la programación preliminar que fue programada, contemplaba que el homenaje pudiera continuar durante más tiempo el martes 6 de septiembre. De acuerdo con el programa, a las 22:00 de ese día culminaría la “programación artística en vivo” pero “de continuar el homenaje” se mantendría el audio con música de Juan Gabriel. La prolongación del homenaje popular ya no fue permitida debido a que el Palacio de Bellas Artes sería ocupado inmediatamente después por otro artista de música popular.

La urna con las cenizas de Juan Gabriel fue retirada del vestíbulo de Bellas Artes a las 21:30 horas y las autoridades ya no permitieron el acceso de más personas al recinto de mármol. Media hora después, su Sala Principal sería utilizada por el cantante Mijares para llevar a cabo el primero de los dos ensayos previos al concierto privado que realizó con autorización del INBA (Excélsior 19/10/2016).

DE GABO, NADIE SABE, NADIE SUPO

Del costo que implicó para los mexicanos despedir a Gabriel García Márquez en el Palacio de Bellas Artes nadie sabe nada. Tanto la Secretaría de Cultura federal como el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) negaron contar con información relativa al gasto que se hizo para realizar el homenaje al Premio Nobel de Literatura el 21 de abril de 2014.

Excélsior solicitó en septiembre del año pasado al INBA el costo que tuvo el homenaje para el escritor colombiano, un mes después la dependencia respondió a través de su Unidad de Transparencia que dicha información era competencia de la Secretaría de Cultura. Verónica Rebollo García, titular de esa oficina, afirmó que “si bien es cierto que este Instituto es un Órgano Desconcentrado de la Secretaría de Cultura, no cuenta con facultades para conocer el manejo de los recursos de esa Secretaría (antes Conaculta)”.

“La lista de los gastos que realizó la Secretaría de Cultura para llevar a cabo el Homenaje luctuoso de su interés, es información respecto de la cual este Desconcentrado resulta incompetente. En ese sentido, se le sugiere que presente su solicitud ante la Unidad de Transparencia de la Secretaría de Cultura”, agregó. En atención a la sugerencia, este diario procedió a solicitar la información a la dependencia que ahora encabeza María Cristina García Cepeda, pero tampoco obtuvo respuesta y nuevamente fue remitido al INBA.

“Al realizar un análisis de su solicitud de información, se denota que la misma está dirigida a conocer información en la que esta Secretaría no tiene injerencia directa, ya que la Gerencia del Palacio de Bellas Artes y la Dirección del Museo del Palacio de Bellas Artes forman parte de la estructura orgánica del Instituto Nacional de Bellas Artes, de conformidad con la información publicada en la fracción I. Estructura Orgánica, de su Portal de Obligaciones de Transparencia (…), con el propósito de orientarlo al sujeto obligado que en el ejercicio de sus funciones podría tener en sus archivos la información que requiere, esta Secretaría le sugiere dirigir su petición a la siguiente dependencia: Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBA)”.