Excélsior informa que ayer por la noche se celebró Día de Acción de Gracias en Estados Unidos, por lo que varias celebridades compartieron a través de sus redes sociales fotografías de sus respectivos festejos.

Una de ellas fue la famosa cantante Mariah Carey, quien pasó esta especial fecha en compañía de sus hijos y su ex esposo Nick Cannon en Hawaii.

Carey utilizó su cuenta de Instagram para documentar toda la celebración. Compartió imágenes de sus compras en el supermercado donde se tomó algunas fotografías con fans, la preparación de la comida y el resultado final de la cena.

Sin embargo, una de las imágenes llamó más la atención, una donde aparece sosteniendo un pay en su mano, ya que el uso de Photoshop fue muy evidente.

Carey aparece de pie, dando la espalda a un espejo y un mueble de cocina. En su pierna izquierda, se observa una curva en una de las puertas de madera del mueble, ese es el primer error de diseño. El segundo está en su cuello y hombro derecho, donde la edición le dejó una curvatura poco natural.

Por supuesto que los comentarios en la fotografía no se hicieron esperar: ‘tiene que decir algo sobre esas curvaturas’, ‘photo shop’, ‘no sabía que podía lograr que los muebles se curvaran’. Aunque algunos otros fans salieron a defenderla y señalaron que muchos artistas utilizan esta herramienta en Instagram.

A pesar de la polémica, la imagen tiene más de 86 mil ‘me gusta’ y es todo un éxito entre sus seguidores.

La cantante se encuentra en un proceso legal con su ex prometido, James Packer, a quien le exige 50 millones de dólares que acordaron en el acuerdo prenupcial.

El acuerdo contenía más de 100 páginas, que describen con todo detalle muchas de las condiciones del matrimonio, como lo referente a las joyas o los artículos de lujo, que debían ser devueltos a Packer en caso de ruptura, salvo que llevaran una nota firmada en la que se especificara que era un regalo. Esos documentos adelantaban la cantidad que recibiría la artista en caso de que el matrimonio fracasara: cincuenta millones de dólares, que son los que reclama ahora la cantante.

El empresario estaba ansioso por sellar su relación con la diva musical y estaba especialmente molesto con que los letrados de su novia no agilizaran las gestiones para firmar el acuerdo prenupcial y poder casarse, según lo previsto, el 1 de marzo en Bora Bora.