Excélsior informa que un pescador filipino pudo haber encontrado la perla más grande del mundo, de 34 kilos y valorada en 100 millones de dólares, según informó el diario británico The Daily Mail.
El hombre, cuya identidad se mantiene en el anonimato, encontró la joya en la isla de Palawan mientras lidiaba con una tormenta, en la que se quedó estancado cuando alzó el ancla.
Después de la tempestad llegó la calma y con ello el premio dentro de una almeja gigante, que guardó como amuleto de la suerte debajo de su cama durante diez años.
Sin embargo, la suerte no le sonrió al pescador y un incendio en la casa de madera donde residía lo obligó a deshacerse de muchos objetos, entre ellos la perla.
Fruto de su enojo tras ver su hogar en llamas, el pescador, sin saber ni interesarse por el valor de su joya de la suerte, decidió donarla al Departamento de Turismo de Puerto Princesa, localidad donde vive.
La encargada de la oficina de turismo de Puerto Princesa, Aileen Cynthia Amurao, señaló que “el hombre pensaba que la perla no tenía mucho valor y por ello la mantuvo guardada tanto tiempo”.
Ahora se necesitan las autentificaciones necesarias, pero ya se está exhibiendo y esperamos que atraiga a más turistas a la ciudad”, apuntó en declaraciones al rotativo británico.
El objeto precioso no tiene la forma esférica común de una perla, sino que adquirió la forma de la concha que la albergaba.
La piedra, de un ancho de 30 centímetros por un alto de 67 centímetros, superaría a la “Perla de Alá” o de “Lao Tzu”, de 6.4 kilos, valorada en 35 millones de dólares y encontrada también por un buzo musulmán filipino en 1934.
Esta última se expuso en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) en una exhibición de Ripley´s Believe It or Not (franquicia estadunidense que expone los temas más curiosos e incluso surrealistas de nuestro mundo).
OTRA JOYA DE LA CORONA
Para los que prefieren las perlas de color, en la provincia de Hainan, en el sur de China, se exhibió la “perla” más luminosa, cara y grande del mundo.
La joya de la corona, descubierta la región de Mongolia interior, pesa casi seis toneladas y su diámetro es de 1.6 metros.
Su verde fluorescente deslumbra y su precio es de 137 millones de dólares. Sólo se halla en la potencia asiática.