Excélsior informa que la familia del niño de dos años que murió en junio pasado en una laguna después de ser atrapado por un caimán no demandará al hotel de Disney Orlando en el que ocurrió.
En un comunicado, Matt y Melissa Graves aseguraron que saben que nunca van a tener de nuevo consigo a su hijo Lane Thomas, pero van a tratar de mantener "su espíritu vivo" a través de una fundación que lleva su nombre, con la que esperan compartir con otros el "amor inimaginable" que el niño dejó grabado en sus corazones.
Además de la fundación, nos centraremos únicamente en la salud de nuestra familia y no entablaremos una demanda contra Disney. Por ahora, seguimos pidiendo privacidad mientras nos enfocamos en la familia", señalaron en el breve texto.
El pasado 15 de junio, el niño fue arrastrado hasta el agua por un caimán cuando se encontraba con su familia a orillas de un lago artificial en el complejo hotelero Gran Floridian Resort & Spa en Orlando.
Sus padres trataron de liberar al niño de las fauces del caimán, de hasta dos metros de largo, pero no lo consiguieron.
Las autoridades llegaron a sacrificar varios caimanes del lago durante la operación de búsqueda.
El día 16 de junio los buzos que participaron en la búsqueda hallaron en el fondo del lago el cuerpo del niño, que estaba sin vida pero intacto.